jueves, 28 de abril de 2011

Sobre compañeros y cantos de sirena


Cinco años después de debutar en Fórmula 1, Adrian Sutil ya engloba la lista de diez pilotos con más Grandes Premios disputados sin subir al podio. Y es que, a pesar de haber cimentado el clásico aura de piloto que merece más que un coche de la mitad baja de parrilla al igual que en su momento hicieron otros como Giancarlo Fisichella o Mark Webber, el alemán aún no ha tenido la opción de rentabilizar su talento con un resultado sobresaliente.

Lo cierto es que, sin tener en cuenta lo que ocurra en esta temporada, la ascendente progresión de Force India y la compañía de discretos compañeros de equipo -una larga lista en la que tan sólo son reseñables el propio Fisichella y Tonio Liuzzi, el otro miembro de la actual generación que aparece en el mencionado top diez- han permitido a Sutil engrandecer su nombre en una Fórmula 1 en la que un piloto difícilmente resiste más de un par de temporadas sin grandes resultados.

Pero su compañero para 2011 es distinto a todo lo que este amante del piano ha visto pasar por su lado. La entrada de un piloto notable y respaldado por el equipo como Paul di Resta va camino de convertirse en una auténtica prueba de fuego para Adrian, adorado por muchos y considerado como alguien sobrevalorado por otros tantos, que no alcanzan a ver dónde está el talento del alemán.

Por esa razón, sus declaraciones amenazando a Force India con abandonar el barco pueden tacharse de todo menos de apropiadas cuando el escocés le ha mojado la oreja en las tres sesiones de calificación del año y las eternas preguntas a Norbert Haug sobre quién está preparado para dar el salto a un grande comienzan a mentar al tipo del otro lado del box olvidándose de él.

No hay duda de que el ascenso de Sutil por las fórmulas inferiores y en el Gran Circo ha sido muy sacrificado, pero si no reacciona y comprende que su primera obligación es batir a su compañero de equipo y olvidarse de conseguir un puesto en un equipo mejor, podría tener que dejar paso antes de probar qué se siente al pilotar un coche competitivo. Con el supersuplente Nico Hülkenberg en el banquillo, Sutil no puede dar nada por sentado sino quiere verse fuera de la Fórmula 1 más pronto que tarde y parece que en Force India no se derramará una lágrima por dejarle marchar. Por cierto, ¿no recuerda esta película a la de otros dos pilotos que comparten equipo?

miércoles, 27 de abril de 2011

Una de podcasts...

Tiempo de reflexión en estas tres semanas que separan el Gran Premio de China y el Gran Premio de Turquía, que vendrá el primer fin de semana de mayo. Aprovechando el parón y precisamente, hablando de lo ocurrido en Shanghai, tuve la oportunidad de hablar en el podcast Keep Pushing. De reciente creación, el espíritu del podcast de F1 al Día en el que pude colaborar durante la pasada temporada sigue vivo.



Más específica fue mi colaboración en GPCast, donde tuve la oportunidad de charlar con el equipo del programa sobre la situación de nuestra querida escudería Williams durante buena parte de la hora larga que dura el programa, altamente recomendable en toda su extensión y en todas sus ediciones gracias al buen trabajo y los conocimientos de los compañeros de Grand Prix Actual.



Espero que, aunque nada refrene vuestra ansiedad por la ausencia de carreras, estos dos audios os hagan más entretenida la espera durante este parón de la Fórmula 1.

miércoles, 20 de abril de 2011

Shanghái: sobre Ferrari, Williams y los cambios



Soy de los que cree que será muy difícil que Fernando Alonso y Ferrari logren luchar por este título mundial. La decepción en Maranello es grande, la distancia con la cabeza es aún mayor y permítanme, como aficionado de esos que no jugaban con coches rojos en mi infancia, que dude de la motivación de un equipo que lleva demasiado tiempo cabalgando a contracorriente. Se suele decir que creer es poder y me temo que en Ferrari, pocos siguen creyendo en que, con la composición y el método de trabajo actual, se vaya a salir adelante.

La situación es similar en otro equipo histórico como Williams, que también lleva mucho tiempo apostando por un equipo técnico, liderado por Sam Michael, que ha producido más decepciones que alegrías a la parroquia de Grove. Sin embargo, la reacción en el seno del equipo inglés ante su lamentable inicio de temporada ya se ha producido y sus dirigentes comienzan a valorar los cambios que se producirán en el equipo a la par que trabajan en revertir la situación.

Parafraseando a Adam Parr, se pueden hacer tres cosas: cambiar la organización, fichar gente y dejar salir a otros. Está claro que en el caso de Ferrari, la solución pasa por las tres vertientes, ya que lo que les impide luchar por las victorias no es un asunto puntual de un piloto, una característica puntual del coche o un fallo estratégico. Va mucho más allá y con bajar la cabeza y arrimar el hombro, como repite y repite el político Montezemolo, no se va a solucionar nada.

A pesar de esta desilusión con Ferrari, el campeonato está en un estado inmejorable. Los neumáticos Pirelli han dado otro giro a las carreras (gracias Bridgestone por lastrar el que hubiera sido el mejor campeonato de siempre en 2010) y el DRS, una vez ajustado, va a dar ese aliciente justo a las carreras facilitando los adelantamientos, pero manteniendo el reto que supone intentar sobrepasar al tipo que tienes delante.

Quizá algunos estén molestos por lo difíciles de leer que son las carreras o porque en una carrera han perdido posiciones víctimas del alerón móvil, pero no hay nada más injusto que echar pestes sobre algo solamente porque no beneficie a nuestros intereses.

En Inglaterra, donde la palabra ‘confuso’ llenó los titulares tras el espectacular Gran Premio de Malasia, se han dado cuenta de lo absurdo que era el planteamiento este fin de semana con la victoria de Hamilton. Espero que no sea necesario esperar a que Alonso suba a lo más alto del podio para que todos nos demos cuenta de lo bonita que se está poniendo esta Fórmula 1. Mientras tanto, un consejo: disfruten la espera. Gane quien gane.

miércoles, 13 de abril de 2011

Sepang: sobre el espectáculo, los comisarios y la FIA



En busca de favorecer los adelantamientos y aumentar el espectáculo en las carreras, este año se ha introducido el alerón móvil, ha vuelto el KERS, se ha prohibido el doble difusor. Yendo unos años más atrás, podemos recordar el trabajo del famoso grupo técnico de la FIA destinado expresamente a ello que dio forma a los coches de 2009 a partir de un lienzo en blanco. Algunas medidas han sido más acertadas y otras han sido un auténtico fracaso porque, después de todo, asumir el riesgo de intentar adelantar a un rival sigue siendo responsabilidad del propio piloto.

Por eso considero tan deleznable la actuación de los comisarios en Malasia sancionando a Fernando Alonso por tratar de adelantar a Lewis Hamilton o al inglés por tratar de zafarse del rebufo del español de una manera mucho más sutil que la vista en la pasada temporada con Petrov (¡y de la que salió impune!). ¿Qué mensaje están dando a los pilotos? Pensaba que el cartel de 'Drive safety’ que aparecía en una de las pasarelas del circuito era un mero eslogan de una compañía de seguros, pero visto lo visto, quizá se trate del nuevo método con el que la FIA informa a los pilotos de lo que deben hacer en carrera y de que, visto lo complicado que es adentrarse al lado sucio de la pista, es mejor que se estén quietos y no intenten mejorar su posición en pista con un movimiento arriesgado. ¡Que para eso ya se ha puesto un botón con el que hacerlo en plena recta!

Me parece que gran parte de los estamentos de la Fórmula 1 están consiguiendo terminar con la magia de este deporte. Equipos que se quejan de no entender los neumáticos, pilotos que no quieren tener más en qué pensar que en girar el volante cuando llega la curva, comisarios que castigan las peleas en pista, magnates que llevan las carreras a circuitos en los que se ven más asientos libres que público y aficionados que comienzan a resignarse pensando en que cualquier tiempo pasado fue mejor y que, para el próximo Gran Premio, tal vez sea mejor ponerse la versión extendida de 'Senna' que ver si alguien logra batir a Sebastian Vettel.

Y es una pena porque tenemos unos pilotos magníficos en pista, posiblemente formando una de las generaciones más brillantes de la historia, y las nuevas tecnologías nos permiten seguir sus andanzas y cada mejora de sus coches hasta puntos que los clásicos jamás hubieran imaginado. En contraste, los comisarios y la FIA siguen actuando de manera ineficiente como hace décadas: tarde –las sanciones se notificaron más de dos horas después de la carrera- y sin aportar datos que expliquen su sanción. ¿Tan difícil sería mostrar la telemetría de los coches y demostrar gráficamente los cambios de dirección de Hamilton con datos? ¿O contradecir a los conspiranoicos que aseguran que, según por donde les va, uno de los dos pilotos provocó el choque? ¿O explicar por qué el dedo de Charlie Whiting sigue señalando a unos y no a otros?

Todas estas preguntas están sin respuesta y me temo que quedarán sin ser contestadas en los próximos Grandes Premios si el señor Todt, más pendiente de la guerra fría que le enfrenta con Bernie Ecclestone, continúa sin cumplir con una de sus promesas electorales: la profesionalización de los Comisarios Deportivos. Después de todo, quienes toman este tipo de decisiones no son más que tipos que se arriman a la sombra que más convenga y que tienen que justificar su sueldo con sanciones que, en muchos casos, parecen arbitrarias a los ojos del espectador. Pero, como otras tantas veces, nadie controla ni juzga la labor que hacen. Como de sueños también se vive, esperemos que el pequeño Napoleón cree un departamento de Asuntos Internos con el aumento de ganancias que se la FIA se asegurará con el nuevo Pacto de la Concordia. Eso sí que sería una gran decisión para mejorar las carreras.