Si el guión del campeonato estaba claro desde hace semanas, la única duda que me surgía se ha confirmado en este fin de semana: Red Bull será el equipo a batir en circuitos con curvas rápidas. Así que a pesar de que muchos no estén disfrutando de la Fórmula Uno ahora mismo, les aconsejo encender la televisión cuando el Gran Circo visite Spa, Monza y Suzuka. En cuanto al resto de circuitos, Ferrari sacará la cabeza en los urbanos y poco más.
Pese a lo explicado, es satisfactorio ver a un equipo como Red Bull ganando con contundencia. Los de Milton Keynes son un equipo equilibrado en todos los sentidos, con una dupla de pilotos excitante y un genio por encima de todos llamado Adrian Newey. Con toda seguridad, Vettel y Webber estarían luchando por ganar el campeonato si la FIA hubiera dado otro veredicto en el 'Diffuser Gang'.
Entrando en el terreno de los imponderables, esta carrera de Silverstone llevaba marcado el nombre de Mark Webber en la placa del trofeo desde el viernes. Pero tan caprichosa es la F1 que un simple error de Kimi Räikkönen molestando al australiano en el momento más decisivo de cada GP, le ha costado la carrera. Saben que no soy partidario de utilizar la manida escusa del 'tráfico' pero resulta complicado de entender que siga la impunidad de Ferrari en cuanto a sanciones, cuando muchos pilotos han sido sancionados en circunstancias similares. Ya no hablamos de la sangría que tanto Fernando Alonso como Lewis Hamilton han sufrido en los años que se enfrentaban con la Scuderia.
Sin embargo, no quería hablar de política en el día de hoy. Las posturas se acercan o se alejan según a quien se pregunte y no tengo más ganas de hablar de este tema cuando la única y lejana esperanza es que Ecclestone arregle este entuerto. Es más divertido recordar el gran duelo entre los dos mejores pilotos -de largo- de la categoría. Ambos parecen lejos de su mejor época y se pelean por los puestos de cola... pero amigo, cuando las cosas se ponen serias, demuestran que no les tiembla la mano (¿eh, Jenson?). No hay duda que volverá el día en que tengan un coche para subir al podio, así que volverán a luchar por el campeonato.
El último apunte es otra muestra de la tontería que llevan encima la gran parte de los dirigentes de este deporte que tanto nos engancha. Resulta que ayer, Lewis Hamilton -en uno de los momentos más emocionantes de la carrera- le dedicó un par de 'donuts' al público británico en la vuelta de celebración. Bien, pues resulta que los comisarios de la FIA han amonestado al chico y los ingenieros de McLaren le han llamado la atención. Lo dicho, la Fórmula Uno está llena de estúpidos.
3 comentarios:
Lo de los ceros de Hamilton es normal, yo ya lo pensé cuando lo vi, estaba claro que le iban a llamar la atención. Sobre lo de Alonso y él, pues ojalá estuviesen arriba peleando, aunque para mi hay otros pilotos de mucha calidad que están a la altura del británico también.
Saludos.
No me ha gustado que amonestaran a Hamilton por hacer el trompo, por lo menos que se luciera algo con su público yo no lo veía tan mal.
Lo mejor de la carrera de ayer Alonso-Hamilton y esos adelantamientos lástima que estuvieran tan atrás, delante la carrera no tiene nada de emoción. Saludos
Lo iba a escribir en mi crónica de la carrera pero se me pasó. Quieren controlsrlo todo tanto que se vuelven gilipollas. ¿Es así como quieren acercar el espectáculo al público?
Publicar un comentario