Firma invitada
Joan, en Doctor Pla y colaboradores
La prohibición a las ordenes de equipo, surgió a raíz del escándalo que estalló en el año 2002 durante el desarrollo del G.P. de Austria, en el transcurso del cual, Jean Todt "ordenó" a Rubens Barrichello dejar pasar a Michael Schumacher para "mejorar" su posición el Mundial.
Estoy totalmente convencido, que gran parte de la espectacular trascendencia que este hecho tuvo, fue causada por los protagonistas del acontecimiento. O más especialmente por uno de ellos: Michael Schumacher dominaba la F1 en aquellos años con mano de hierro. La FIA incluso había cambiado el sistema de puntuación para intentar que el dominio absoluto que el binomio Schumacher-Ferrari ejercía sobre el mundo de la F1, tuviera alguna réplica. Si un oscuro piloto de un equipo mediocre, hubiera regalado su posición a costa de su compañero mejor colocado en el campeonato, nada hubiera sucedido. Pero que el Gran Schumacher y el todavía más grande equipo Ferrari, recurrieran a esa táctica para seguir machacando a sus rivales, desencadenó una reacción visceral y poco pensada, cuyas consecuencias estamos todavía viviendo ahora.
Las "ordenes de equipo" han existido siempre. Incluso en los legendarios tiempos de los caballeros pilotos, el "sacrificio" de la posición a costa de un compañero mejor colocado en el campeonato, era cosa habitual, si bien entonces se solía disfrazar con el halo de la decisión personal del sacrificio por el equipo. Pero en último extremo, todos sabían quien era el empleador y que era lo que deseaba.
De hecho tan natural se consideraba, que eran precisamente la excepciones a esa regla, lo que hacía saltar la noticia y la reacción posterior (favorable o no) hacia el infractor. Reutemann pilotando un Williams en el transcurso del G.P. de Brasil del año 1981 y haciendo caso omiso a la pizarra que hasta por cinco veces en las cinco últimas vueltas, le mostraron para que dejara pasar a Alan Jones. René Arnoux saltándose a la torera las ordenes de Renault para que Prost ganara el G.P. de Francia del año 1982 y tuviera más posibilidades de luchar por el campeonato. Pero quizás la mas importante de todas las "rebeliones" contra las "ordenes de equipo" por las consecuencias a posteriori que tuvo, fue la que protagonizó Didier Pironi "cazando" y posteriormente adelantando a Gilles Villeneuve en el G.P. de San Marino del año 1982. Aunque Didier juró y perjuró que no había visto la pizarra, lo cierto es que el equipo, había ordenado "congelar" posiciones. Gilles lo vivió como una traición. Pocas semanas después moría en Zolder, en el transcurso de los entrenamientos y pocos dudan que fue su rabia por conseguir la Pole, por delante de Pironi lo que influyó fatalmente en la tragedia. Apenas un mes mas tarde, Pironi, que se encaminaba con paso firme hacia el Campeonato del Mundo, sufría un terrible accidente que cortaba de cuajo sus esperanzas e incluso su carrera de piloto.
A mi modo de ver hay dos situaciones que diferencian lo que es lógico y justo pedir a un piloto como sacrificio y lo que es totalmente inadmisible "ordenar" a unos hombres que se caracterizan por ser deportistas de élite que deben acrecentar para tener éxito, todas las características del mas feroz individualismo egoísta.
La primera de ellas es el momento en el transcurso del Campeonato en que se "pide" (o se ordena) el "sacrificio" de la posición. No es lo mismo hacerlo al inicio del Campeonato (Cuando por lo menos teóricamente nadie sabe cuales son las posibilidades de uno u otro piloto dentro del equipo), que hacerlo en las dos últimas carreras del mismo, cuando las posiciones ya están decantadas a favor de uno de ellos, y mas si el otro piloto no tiene ninguna posibilidad de ser Campeón.
Conectada con ella, hay otra situación en la que no me parece mal que el piloto de un equipo “ceda” su posición sin demasiada resistencia, a su compañero de equipo, y es aquella en la que éste es incomparablemente más rápido que el que ocupa la mejor posición.
Ambas situaciones se han dado en el presente Campeonato, y ninguna de las dos me parece deshonesta ni punible. Tal vez lo único que lamento, es que la hipócrita prohibición de las órdenes de equipo, que seguirán existiendo a pesar de todo, nos haya privado de ver pelear hasta la penúltima vuelta a Kimi Räikkönen y a Lewis Hamilton por la victoria en el G.P. de China. La actual prohibición, hace que el cambio de posición deba ser disimulado perdiendo tiempos por vuelta para que parezca lo que no es.
Como opinión personal creo que en esas dos situaciones es no sólo lógico y razonable, sino también honesto para con los dos protagonistas del lance el seguir las ahora invisibles órdenes de equipo. No olvidemos lo que el Gran Fangio opinaba de nuestro deporte: "En primer lugar es un Campeonato de equipos, luego de coches, y sólo en tercer lugar de pilotos". Si lo dijo Fangio, ¿Qué podemos nosotros replicar?
Estoy totalmente convencido, que gran parte de la espectacular trascendencia que este hecho tuvo, fue causada por los protagonistas del acontecimiento. O más especialmente por uno de ellos: Michael Schumacher dominaba la F1 en aquellos años con mano de hierro. La FIA incluso había cambiado el sistema de puntuación para intentar que el dominio absoluto que el binomio Schumacher-Ferrari ejercía sobre el mundo de la F1, tuviera alguna réplica. Si un oscuro piloto de un equipo mediocre, hubiera regalado su posición a costa de su compañero mejor colocado en el campeonato, nada hubiera sucedido. Pero que el Gran Schumacher y el todavía más grande equipo Ferrari, recurrieran a esa táctica para seguir machacando a sus rivales, desencadenó una reacción visceral y poco pensada, cuyas consecuencias estamos todavía viviendo ahora.
Las "ordenes de equipo" han existido siempre. Incluso en los legendarios tiempos de los caballeros pilotos, el "sacrificio" de la posición a costa de un compañero mejor colocado en el campeonato, era cosa habitual, si bien entonces se solía disfrazar con el halo de la decisión personal del sacrificio por el equipo. Pero en último extremo, todos sabían quien era el empleador y que era lo que deseaba.
De hecho tan natural se consideraba, que eran precisamente la excepciones a esa regla, lo que hacía saltar la noticia y la reacción posterior (favorable o no) hacia el infractor. Reutemann pilotando un Williams en el transcurso del G.P. de Brasil del año 1981 y haciendo caso omiso a la pizarra que hasta por cinco veces en las cinco últimas vueltas, le mostraron para que dejara pasar a Alan Jones. René Arnoux saltándose a la torera las ordenes de Renault para que Prost ganara el G.P. de Francia del año 1982 y tuviera más posibilidades de luchar por el campeonato. Pero quizás la mas importante de todas las "rebeliones" contra las "ordenes de equipo" por las consecuencias a posteriori que tuvo, fue la que protagonizó Didier Pironi "cazando" y posteriormente adelantando a Gilles Villeneuve en el G.P. de San Marino del año 1982. Aunque Didier juró y perjuró que no había visto la pizarra, lo cierto es que el equipo, había ordenado "congelar" posiciones. Gilles lo vivió como una traición. Pocas semanas después moría en Zolder, en el transcurso de los entrenamientos y pocos dudan que fue su rabia por conseguir la Pole, por delante de Pironi lo que influyó fatalmente en la tragedia. Apenas un mes mas tarde, Pironi, que se encaminaba con paso firme hacia el Campeonato del Mundo, sufría un terrible accidente que cortaba de cuajo sus esperanzas e incluso su carrera de piloto.
A mi modo de ver hay dos situaciones que diferencian lo que es lógico y justo pedir a un piloto como sacrificio y lo que es totalmente inadmisible "ordenar" a unos hombres que se caracterizan por ser deportistas de élite que deben acrecentar para tener éxito, todas las características del mas feroz individualismo egoísta.
La primera de ellas es el momento en el transcurso del Campeonato en que se "pide" (o se ordena) el "sacrificio" de la posición. No es lo mismo hacerlo al inicio del Campeonato (Cuando por lo menos teóricamente nadie sabe cuales son las posibilidades de uno u otro piloto dentro del equipo), que hacerlo en las dos últimas carreras del mismo, cuando las posiciones ya están decantadas a favor de uno de ellos, y mas si el otro piloto no tiene ninguna posibilidad de ser Campeón.
Conectada con ella, hay otra situación en la que no me parece mal que el piloto de un equipo “ceda” su posición sin demasiada resistencia, a su compañero de equipo, y es aquella en la que éste es incomparablemente más rápido que el que ocupa la mejor posición.
Ambas situaciones se han dado en el presente Campeonato, y ninguna de las dos me parece deshonesta ni punible. Tal vez lo único que lamento, es que la hipócrita prohibición de las órdenes de equipo, que seguirán existiendo a pesar de todo, nos haya privado de ver pelear hasta la penúltima vuelta a Kimi Räikkönen y a Lewis Hamilton por la victoria en el G.P. de China. La actual prohibición, hace que el cambio de posición deba ser disimulado perdiendo tiempos por vuelta para que parezca lo que no es.
Como opinión personal creo que en esas dos situaciones es no sólo lógico y razonable, sino también honesto para con los dos protagonistas del lance el seguir las ahora invisibles órdenes de equipo. No olvidemos lo que el Gran Fangio opinaba de nuestro deporte: "En primer lugar es un Campeonato de equipos, luego de coches, y sólo en tercer lugar de pilotos". Si lo dijo Fangio, ¿Qué podemos nosotros replicar?
2 comentarios:
Podemos replicar que lo que mueve a los miles de "gorrillas" son los pilotos. O mas concreto "el piloto".
Podemos replicar que la mayoria o todos no tienen ni repajolera idea de quien es Fangio. Y podemos replicar que lo que pidio Alonso a su box para que Fisico le abriera la puerta no son ordenes de equipo, sino mandamientos de la ley divina.
Buen articulo. saludos.
No se trata sólo de dos pilotos y un jefe. Se trata de empresas con cientos de empleados, ingenieros, directores, jefes, inversores,... y mucha, mucha pasta y muchos, muchos intereses. ¿Cómo no van a haber órdenes? Y las dará el que más rango tenga pues es quien más arriesga (dinero, prestigio, su puesto,...). Órdenes SI.
Publicar un comentario