viernes, 4 de enero de 2013

¿El fin del talento?

"El vídeo mató a la estrella de la radio" cantaban The Buggles cuando Fernando AlonsoSebastian Vettel yLewis Hamilton ni siquiera habían dado sus primeros pasos. Los tres son la punta del iceberg de una generación de pilotos que poco tiene que envidiar a las mejores de la historia: la mayoría de hombres que vemos al volante cada fin de semana son más constantes, más profesionales y más rápidos que campeones de otras épocas. Cuestión de evolución, se podría decir.
Mark Webber y Felipe Massa
 
A pesar de esa explosión de talento, que incluye a muchos pilotos que difícilmente alcanzarán la Fórmula 1 por cuestiones económicas, ninguno de los equipos punteros se ha atrevido a unir a dos pilotos de primera en su alineación para 2013. Con la salida de Lewis Hamilton de McLaren, los cinco campeones del mundo de la parrilla estarán en cinco equipos distintos donde parten con el papel de número uno claro de la escudería. Tal sólo Sergio Pérez, una vez pasado su periodo de adaptación a McLaren, podría plantar cara a Jenson Button con regularidad. Y no hay duda de que el campeón de 2009 es el más limitado del ramillete.

Es evidente que los precedentes no ayudan y lo ocurrido en McLaren hace más de cinco años sigue estando en la mente de los jefes de equipo pero también los condicionantes de aquella situación deberían ser recordados: 1) difícilmente habrá un debutante como Lewis Hamilton en mucho tiempo, 2) es prácticamente imposible que unos dirigentes que manejen una situación similar tan mal como los de McLaren y 3) será complicado se repita un campeonato tan igualado en lo deportivo y tan tenso en lo político como el de aquel año. Viendo los compañeros de los tres líderes de esta generación, el riesgo merece ser asumido.

La alternativa conservadora no funciona


Tanto Mark Webber, que hace tiempo se vio superado por las circunstancias y la velocidad de Vettel, comoFelipe Massa, que sigue mostrando las mismas carencias importantes que en gran parte de su carrera, apenas podrán acercarse a sus compañeros y, cuando lo hagan, no cabe duda de que la balanza estará desequilibrada en su contra. ¿No lo está antes siquiera de comenzar el campeonato? Lo mismo le ocurre a Nico Rosberg, quien tras siete años en la categoría no puede considerarse más que una promesa frustrada. Que disfruten de un puesto en un equipo competitivo viendo que pilotos como Hülkenberg, Di Resta o Pic tienen que conformarse con monoplazas discretos o que otros terminan buscando un asiento en otras categorías por falta de oportunidades es claramente una pésima noticia.

Parrilla de Fórmula 1 en Austin

No se trata de activar la formación de las jóvenes promesas 'per se', sino de decisiones deportivas. ¿Un compañero de equipo competitivo no habría ayudado a Fernando Alonso a hacerse con el título en 2012? ¿Qué resultados hubiera obtenido Williams con el FW34 si hubiera continuado con Nico Hülkenberg? ¿Cuánto de su rendimiento debe Force India a su pareja de pilotos? ¿Era el Mercedes W04 tan malo como aparentaban los resultados de Rosberg y Schumacher? Todas estas respuestas no tienen una respuesta clara pero la mejora de Mercedes con Lewis Hamilton y el rendimiento de Pérez en McLaren dejarán intuir si estamos en lo cierto diciendo que los equipos se equivocan siendo conservadores y no apostando por el talento. Ojalá la respuesta sirva para que no tengamos que imitar a Trevor Horn y tararear"El miedo mató al talento de la parrilla" en unos años.