miércoles, 15 de diciembre de 2010

El momento de la década: Hamilton gana el título en la última vuelta en Brasil 2008



Probablemente el adelantamiento de Lewis Hamilton a Timo Glock en Brasil 2008 haya sido uno de los más fáciles que ha realizado el británico en toda su carrera. El de Toyota acertó continuando con neumáticos lisos sobre el piso mojado ya que ganó una posición en las últimas vueltas, pero esa decisión le hizo presa fácil para Lewis, que veía el campeonato se le esfumaba de sus manos por segunda vez consecutiva cuando Felipe Massa, impecable en la última carrera en Brasil, se hacía con la victoria.

Fue fácil señalar a Glock como el culpable de que Hamilton se hiciera con el campeonato, pero lo cierto es que su irremediablemente lento paso por la última curva de la última vuelta de la última cita del campeonato sirvió como acto final de lo que había sido una de las carreras con más tensión que se recuerden. Hamilton lo adelantó y se hizo con el campeonato. Su cara de alivio tras la carrera evidenciaba que aquello que acaba de pasar no estaba en el guión de nadie por mucho que Martin Whitmarsh asegurara después estar seguro de que Lewis iba a pasar a Glock.
"Ha sido la carrera más dramática de mi vida"
Lewis Hamilton.

Esa misma tensión brilló por su ausencia en la temporada 2004, cuyo momento más destacado fue la consecución del séptimo título de Michael Schumacher. El día en que el Kaiser ascendió a su estado definitivo de piloto más laureado de todos aquellos que alguna vez se hayan puesto delante de un semáforo de cinco luces. El alemán, en el Gran Premio número 700 de Ferrari y a falta de cuatro para el final de la temporada, aseguró su victoria terminando en segunda posición en Spa. La carrera, en la que Montoya le infringió uno de los mejores adelantamientos de la década, no fue nada fácil por mucho que el dominio de Ferrari así lo hiciera parecer.

Otro de los momentos más míticos de la última década fue el abandono de Lewis Hamilton en el Gran Premio de China 2007, o mejor dicho, el momento 'sanganchao'. El inglés cometió un error de infantil marchándose a la puzolana cuando enfilaba el carril de boxes terminando con gran parte de su colchón en el liderato de un campeonato que terminaría ganando Kimi Räikkönen. La rotura de motor de Michael Schumacher en Suzuka dejando vía libre a Fernando Alonso de cara a la victoria en 2006 contrasta con la estrategia de Ferrari en el reciente Gran Premio de Abu Dabi de 2010, o lo que es lo mismo, la victoria de Sebastian Vettel en el Mundial que ha cerrado la década.

lunes, 13 de diciembre de 2010

El año de la década: 2010



2010 ha sido el año de la década. Seis pilotos han liderado el campeonato y cuatro de ellos alargaron su pelea hasta el último Gran Premio del año. Cada uno con sus muchas virtudes y los defectos justos para demostrar que detrás de esos cascos se ocultan personas tan mortales como tú o como yo. Un joven enamorado de los Beatles, que disfruta como un enano viendo los viejos sketches de Monty Python y desborda carisma y talento por allá por donde va se llevó la gloria, pero bien podrían haber sido el antiguo rey español, el esforzado australiano o el prodigio británico quienes consiguieran la corona. Hubiera sido justo en cualquier caso.

La temporada que acaba de finalizar ha sido una bendición para la Fórmula Uno. La tensión desde los primeros compases del campeonato ha tenido a los aficionados pegados al televisor y desde la victoria de Alonso en Bahrein hasta el triunfo de Vettel en Abu Dabi, la lucha por el título ha tenido más altibajos que la Fórmula Rossa del Ferrari World. Red Bull quiso dar más emoción al campeonato de la que quiso tenerla, McLaren no supo dar el último paso para asaltar a los líderes y Ferrari apenas pudo aguantar el ritmo a pesar de contar con un imparable Alonso a final de temporada.
"Se lo pronostico: Vettel será el próximo campeón del mundo"
Bernie Ecclestone, en diciembre de 2009.

La lucha cerrada entre los dos pilotos más laureados de la década en 2006 también permanecerá en la historia. Tan distintos y tan iguales en rendimiento, Fernando y Michael nos ofrecieron un campeonato de aúpa. El asturiano comenzó a defender su título con seis victorias y tres segundos puestos en las nueve primeras carreras. La presión del siete veces campeón hizo que Alonso sólo pudiera ganar en Japón en la segunda parte del año, logrando una distancia suficiente para hacerse el campeonato en la última carrera en Brasil.

El cambio de papeles en Imola donde Schumacher devolvió a Alonso la jugada sufrida en 2005, el aparcamiento del alemán en la Rascasse, el aumento de rendimiento de los Bridgestone con calor, la doble sanción en Hungría que terminó en la épica carrera con Alonso eliminado por la dichosa tuerca y Schumacher, incapaz de contener a un desatado De la Rosa, la lucha en la curva 8 de Estambul, la última victoria de Michael en Monza antes de anunciar su retirada, el desastre de Renault en China, la rotura de motor del alemán en Suzuka y la victoria final de Alonso con el Kaiser remontando en Brasil son las imágenes de un año inolvidable.

Precisamente, la tiranía de Schumacher en 2002 firmando un campeonato completo en las dos primeras posiciones en cada carrera -con excepción de Malasia donde terminó... ¡tercero!- cierra el podio de las mejores temporadas de la década. La pelea entre Lewis Hamilton y Felipe Massa en 2008 y la apasionante temporada 2003 en la que hasta ocho pilotos lograron la victoria también merecen una mención.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Debutante de la década: Lewis Hamilton, 2007


2006. Istanbul Park. GP2. Aquella remontada de Lewis Hamilton fue el preludio de la irrupción del mejor debutante de la historia de la Fórmula Uno y seguramente, el primer recuerdo que muchos aficionados tendrán del inglés cuando lo recuerden pasados los años. Esa actuación define a Lewis Hamilton en su estado más puro: talento, agresividad e impulsividad a partes iguales para un piloto que si no existiera, alguien debería inventarlo. Después de todo, y pese a los enemigos ganados en estos años por méritos propios y ajenos, no hay nadie en su sano juicio que niegue que Lewis se convirtió de entrada en un grande de la Fórmula Uno.

Para el público en general todo comenzó en 2007, cuando McLaren apostó por el inglés como compañero de Alonso. Sin la presión de tener que rendir ante una comparación desigual, Lewis podría desarrollarse sin problemas. Sin embargo, ya en la primera carrera,el jovenzuelo adelantó a Alonso en la salida demostrando lo que iba a venir e iniciando una racha de nueve podios consecutivos para empezar. Sin embargo, la actitud del inglés, secundada por su equipo deseoso de convertir a Lewis en campeón en su primer intento, sometió a una presión exagerada a sus pilotos y convirtió en el ambiente insostenible. En esas circunstancias, Hamilton se puso el traje de terreste y dilapidó su ventaja en el campeonato en las dos últimas carreras.
"La mejor sensación es siempre cuando sabes que has ganado y has batido a alguien tan talentoso como él (Alonso), dentro del mismo equipo, con el mismo material y las mismas oportunidades"
Lewis Hamilton.

La historia de Juan Pablo Montoya y Williams es una extraña historia de amor que terminó saliendo mal. El colombiano, leyenda en Estados Unidos al ganar en su primer intento en Indianapolis, se enroló en el equipo inglés después de competir en la F3000. A pesar de que su primer año estuvo marcado por la inconsistencia, Juan Pablo ya demostró sus ganas de convertirse en alguien grande en el Gran Circo desafiando de igual a igual a Michael Schumacher en Brasil, pero no sería hasta el Gran Premio de Italia cuando el piloto bogotano se haría con su primera victoria en la máxima. La renta de Montoya, que jamás terminó encajando en la compleja Fórmula Uno, ascendió a siete triunfos, los tres últimos con McLaren.

Como no podía ser de otro modo, la llegada del campeón más joven de la historia cierra el podio de mejores debutantes de la historia. Después de debutar en los puntos con BMW en el Gran Premio de Estados Unidos 2007 al tiempo que arrasaba en las World Series, Vettel se unió a Toro Rosso para disputar las siete últimas carreras del año, saltando por primera vez a las primeras páginas con una impactante cuarta posición en China. También su actual compañero Mark Webber, quinto en su debut con Minardi en 2002 y Kamui Kobayashi, que se ganó un asiento a tiempo completo con sus actuaciones a final de 2009 se han ganado una mención en esta categoría.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La decepción de la década: Indianapolis 2005


En plena lucha por el campeonato en 2005, el Gran Circo se desplazó a Indianapolis, pero durante el fin de semana, dos accidentes de en la sección del óvalo que atraviesa el circuito hicieron a los equipos comenzar a albergar muchas dudas sobre la posibilidad de que los neumáticos Michelín sólo soportasen el paso por dicha curva en un número escaso de ocasiones. La inspección realizada por el sello galo confirmó que las gomas no aguantarían una carrera usual y aunque la calificación se disputó sin problemas, los equipos y la FIA no fueron capaces de encontrar el consenso para aceptar alguna de todas las soluciones propuestas para solventar el embrollo.

Así que, una vez completada la vuelta de formación, los coches equipados con neumáticos Michelin enfilaron el pitlane dando pie el momento más lamentable de la última década de competición precisamente en el lugar en que la Fórmula Uno más necesitaba dar un buen espectáculo. Los aficionados se indignaron, Monteiro subió al podio acompañando a los pilotos de Ferrari en su única victoria del año, la polémica entre los equipos se acrecentó ("Hay que darle las gracias a Ferrari por pensar en la seguridad de los demás" fue la perla que soltó Fernando Alonso) y la Fórmula Uno sólo volvió en dos ocasiones más a Indianapolis. La guerra de neumáticos terminó aún antes ya que en 2007, Michelin ya estaba fuera de la Fórmula Uno.
"Yo no pongo en riesgo la vida de mis pilotos."
Flavio Briatore.

Muchos más matices si cabe presentó el desastre de McLaren en 2007. Fernando Alonso llegaba al equipo de sus sueños como bicampeón del mundo y la intención de dar comienzo a una era gloriosa en un equipo que necesitaba volver a ganar. Como compañero, McLaren permitió a Lewis Hamilton dar el salto a la Fórmula Uno. El inglés había maravillado a todos aquellos que se preocuparon por echar un ojo a sus carreras en la GP2 en 2006 y su carrera había sido tutelada por el equipo desde niño. Debutante y campeón: parecía una alineación perfecta.

Pero Hamilton rindió desde el primer día al 110% y pronto comenzó a hacer pensar al equipo que el sueño de ver a su joven pupilo ganando el Mundial era posible. El inglés se creció cuando el equipo le apoyó en un absurdo mosqueo en Mónaco y Alonso comenzó a sentirse algo más que incomodo cuando su compañero fue imbatible en la gira americana, pero la situación límite llegó en durante la calificación de Hungría cuando el equipo instigó una investigación contra su propio piloto motivando que la situación de Alonso pasara del sueño a la pesadilla en apenas unos meses. El resto es historia: Hamilton mostró su cara de debutante en las últimas carreras y Alonso se marchó del equipo mientras que eran Räikkönen y Ferrari quienes saboreaban el champagne.

La marcha de varios fabricantes también fueron noticias decepcionantes durante estos años: Toyota se marchó tras años de invertir más que ningún otro, Honda se fue sin aprovechar un coche ganador y BMW rompió con Williams dejando en el ambiente la sensación de que su unión pudo haber sido mucho más grande de lo que fue. En el camino también se quedó Jaguar, más por desidia de la dirección de Ford que por el fracaso deportivo de su programa.

Otro de los aspectos por los que se ha marcado la década ha sido la expansión del calendario por todo el mundo: Bahrein, Singapur, Corea, Abu Dabi y la inclusión de carreras nocturnas o durante el anochecer... que, desgraciadamente, en algunos casos comprometieron los aspectos deportivos: el Gran Premio de Malasia 2009 fue suspendido y el estreno del circuito de Corea terminó sin luz.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El outsider de la década: Sebastian Vettel gana con Toro Rosso en Italia 2008


El año 2008 no había empezado bien para el joven Sebastian Vettel y Toro Rosso, pero su destacable sexto puesto en el estreno del Valencia Street Circuit y el quinto en la extraordinaria carrera de Spa hacía que la competencia comenzara a ver al equipo de Faenza como un posible juez del título que se jugaban Lewis Hamilton y Felipe Massa. Pero nadie esperaba lo que pasó en Monza cuando Vettel fue el más listo (y el más rápido) en una calificación pasada por agua en la que Bourdais, cuarto, se encargó de confirmar el potencial de Toro Rosso en casa.

En carrera, cualquier cosa podría salirle mal a Seb. Se le podría haber calado el coche (como le pasó al cuatro veces campeón de la Champ). Podría haber trompeado como Webber. Podría haberse tocado como Coulthard, pero, como otras tantas veces, ese endiablado alemán lo hizo perfecto desde que se apagó el semáforo convirtiéndose en el ganador más joven de la historia con tan sólo 21 años arrebatando el récord a un tal Fernando Alonso. Aunque muchos seguían sin dar crédito a lo ocurrido, había ganado Toro Rosso. ¡Había ganado Minardi! ¡En Monza!
"A veces me preguntaba si era posible que estuviera primero. Esto es mucho más grande de lo que cualquiera pudiera imaginar."
Sebastian Vettel.

Seis años antes, a Minardi le quedaba mucho para ser Toro Rosso y apenas agonizaba en el fondo de la parrilla tras haber sido vendido a Paul Stoddart, un empresario australiano con más talento para dar titulares a la prensa que capacidad de sacar un equipo de Fórmula Uno adelante. Sin embargo, la primera carrera de ese 2002 será eternamente por la actuación de un debutante llamado Mark Webber terminó en quinta posición.

Cierto es que ocho coches quedaron eliminados en la primera vuelta en Melbourne tras el incidente entre Ralf Schumacher y Rubens Barrichello, pero Webber supo ser inteligente y evitar los problemas en unas circunstancias en las que pilotos expertos terminaron fuera de pista. Lo hizo para alegría de muchos aficionados en el circuito y millones de personas en el mundo. Pocas veces se ve a un piloto subir al podio sin quedar entre los tres primeros, pero en esta ocasión el reconocimiento estaba más que merecido.

En el recuerdo queda también la genial victoria de Giancarlo Fisichella con Jordan en Brasil 2003 en un Gran Premio con los finales más sorprendentes de la historia en el que nadie ocupó el lugar correcto en el podio. Fisichella compareció como segundo tras Räikkönen mientras que Alonso, tercero, no subió al cajón al haberse estrellado en el accidente que paró la carrera. Quince días después, el italiano recibió su trofeo al revelarse que la clasificación que valía era la de una vuelta anterior.

Giancarlo también es protagonista del momento 'outsider' más reciente de los elegidos con su pole position con Force India en el penúltimo Gran Premio de Bélgica. Sólo el KERS del Ferrari de Räikkönen le impidió convertir esa victoria en algo más... que un contrato con la Scuderia. Para terminar, hay que recordar a Markus Winkelhock. ¿No lo conocen? Es el único piloto que ha liderado todos los Grandes Premios que ha disputado. En concreto, uno: el GP de Europa 2007. Aunque no terminó aquella carrera, el alemán es uno de esos personajes que siempre serán recordados por los aficionados. Ahora mismo corre con Audi en el DTM.

viernes, 3 de diciembre de 2010

El adelantamiento de la década: Alonso a Schumacher en Japón 2005


Hay momentos en los que un piloto supera sus límites. El adelantamiento de Alonso a Michael Schumacher en Japón 2005 fue uno de esos momentos. El asturiano, que se había quedado atrás en la calificación remontaba camino del podio tras tener que devolver la posición a Christian Klien un par de vueltas después de saltarse la chicane al adelantarle (según la FIA...) y veía como Kimi Räikkönen, su rival por el título, cabalgaba hacia una de las mejores victorias de su carrera cuando se encontró tras el alerón del Ferrari de Michael Schumacher.

Y la 130R, a unos 270 km/h, fue el lugar elegido para culminar el adelantamiento sobre el piloto más laureado de la historia. Las simulaciones aseguran que un toque a esa velocidad hubiera sido fatal para Alonso que no vaciló ante Schumacher, alguien que no había dudado en mandar al muro a sus rivales en los noventa (¡y en 2010!). Tras terminar la carrera, el alemán dijo que no tuvo nada que hacer ante la velocidad del Renault. Sin embargo, su cara aún reflejaba el asombro del adelantamiento que había sufrido tan sólo unos minutos antes.

"Saliendo tan atrás era impensable acabar tercero, pero el coche ha sido muy bueno y se comportaba a las mil maravillas."
Fernando Alonso.
Otro de los grandes protagonistas de los adelantamientos de la década ha sido Juan Pablo Montoya, que se encargó de demostrar sus credenciales después de acumular experiencia en el noble arte de rebasar al rival precedente en sus años en Estados Unidos. El colombiano, en su tercera participación en Fórmula Uno, no se cortó al lanzar su Williams por el carril interior en la Curva 1 de Interlagos, lugar dónde jamás le hubiese esperado Michael Schumacher, que terminó con su Ferrari en la hierba. Sin embargo, no sería hasta tres años más cuando Montoya culminara su movimiento maestro sobre el Kaiser adelantándolo en la antigua Bus Stop en el Gran Premio de Bélgica 2004 en una acción que parece desafiar las leyes de la física.

Pero el alemán no ha sido tan sólo la víctima preferida de los aficionados, ya que su adelantamiento de despedida en el Gran Premio de Brasil de 2006 sobre Kimi Räikkönen ha sido votado por un buen número de los encuestados, quedándose a apenas varios votos de la pasada del finlandés a Giancarlo Fisichella que le dio la victoria en la última vuelta del mencionado Gran Premio de Japón de 2005.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El escándalo de la década: El 'crashgate'


Tres nombres: Nelson Piquet Jr, Flavio Briatore y Pat Symonds fueron los principales protagonistas del mayor escándalo de la década, el accidente a propósito del brasileño para favorecer las opciones de su compañero Fernando Alonso en el Gran Premio de Singapur 2008. Aunque el conocido como Crashgate da para una apasionante novela, el resumen más simple habla del acto más bochornoso que hemos vivido en años de Fórmula Uno, pero tan bien contado que nadie creyó la historia que un periodista tan grande como Jonathan Noble fue capaz de ir desentrañando basándose en las confesiones de Mister X, el personaje anónimo que levantó las alfombras desde dentro de la propia escudería Renault.

El 'crashgate' es una de esas historias de tal magnitud que jamás conoceremos toda la verdad. Lo único cierto es que dañó la imagen del deporte en uno de los momentos dejándola en niveles paupérrimos. Los sponsors abandonaron al equipo, Nelsinho jamás volverá a pilotar un Fórmula Uno, la imagen de Flavio Briatore quedará manchada para siempre y Pat Symonds invierte su tiempo en juntar palabras en una redacción en lugar de hacer cálculos estratégicos. Al menos, Renault libró la sanción y parece haber olvidado el asunto, tan sólo un año más tarde, con la entrada de Genii Capital y Eric Boullier en la dirección.
"Ese accidente no está bien, ha pasado porque tú querías que pasara."
Felipe Massa, tras la carrera a Flavio Briatore.

Menos elaborado fue el modus operandi del segundo escándalo de la década, la trama de espionaje entre McLaren y Ferrari en 2007. No nos engañemos, pero la señora Coughlan y el empleado de la imprenta que destapó el suceso cuando se encontró con planos confidenciales directos desde la fábrica de Maranello no serían dignos ni de la peor película de la saga Bond. Sin embargo, las consecuencias no tuvieron nada de gracioso para McLaren (100 millones de dólares y la exclusión del campeonato de constructores) y mucho menos para Nigel Stepney, el polizón de Ferrari, sentenciado a veinte meses de prisión en Italia, aunque es poco probable que termine con sus huesos en la carcel.

Menos valorada ha sido la bochornosa actuación de Michael Schumacher en la calificación del Gran Premio de Mónaco 2006 cuando paró su monoplaza en medio de la pista para asegurarse la pole position, la publicación del no menos bochornoso vídeo de Max Mosley en el que mostraba sus aficiones sadomasoquístas con unas señoritas vestidas con uniformes de las SS o la conocida orden de equipo de Ferrari a Rubens Barrichello en el Gran Premio de Austria 2002.