viernes, 23 de noviembre de 2012

Será la historia de un gran campeón

Este fin de semana, uno de los dos pilotos que se juegan el campeonato del mundo escribirá su nombre con letras de oro en la primera página de la historia de la Fórmula 1. En la página donde brillan los nombres de Ayrton SennaAlain Prost o Juan Manuel Fangio y unos cuantos elegidos más irá a parar el nombre de Sebastian Vettel o de Fernando Alonso, en representación de una generación. La actual, la nuestra... tan talentosa como ninguna otra.
Fernando Alonso
 
Bien podría ser la historia de un luchador aplicado, un trabajador nato capaz de sacar el máximo en cualquier circunstancia. Alguien con la perseverancia necesaria para colocar un monoplaza mediocre a las puertas del título mundial y recoger en su estela hasta a los más críticos. Un ganador forjado a base de derrotas y días enteros de viajes para perseguir su sueño peleando por una ilusión que era poco más que una utopía en un país como el nuestro.

O tal vez será la historia del niño que supo hacerse mayor entre tiburones en la competición más dura del mundo. La de una persona encerrada en forma de un producto perfecto dentro de la estructura más competitiva e injusta del mundo del motor. Un joven que se convirtió en un piloto con una ética de trabajo de primera y una velocidad pura incomparable llegando a ser la punta de lanza de un equipo que se ha convertido en una auténtica pesadilla para todos sus rivales.
Sebastian Vettel

Sea del modo que sea, el desenlace del final de temporada traerá un gran campeón, alguien con todos los merecimientos para ganar el campeonato y lo hará con una carrera tan tensa como emotiva en Interlagos, una cita para la historia que no se quiere perder ni la lluvia. Un Gran Premio para poner la guinda a una buena temporada en la buena parte de la parrilla vivió momentos de euforia y situaciones para echarse a llorar. Muchos tuvieron su momento de gloria pero ahora sólo quedan 305 kilómetros para conocer el nombre del campeón del mundo de 2012. Hagan juego, señores.

martes, 20 de noviembre de 2012

Estrella, sigue brillando

Parafraseando a cierto presidente del fútbol español, hay que reconocer que Lewis Hamilton ha nacido para ganar carreras en Estados Unidos. Mediático como nadie en la Fórmula 1, controvertido en su vida privada y pública (la polémica con su casco es la última de una larga lista) y un auténtico piloto de carreras en la pista, Lewis es el primer ganador es el Circuito de las Américas y fue el último ganador en Indianapolis en 2007.
Lewis Hamilton
 
La de este fin de semana fue una de sus mejores carreras, sabiendo adaptarse a unos neumáticos que desde hace unas carreras no responden a lo que Pirelli venía ofreciendo a los pilotos al principio de la temporada. Hamilton supo cuando apretar, cuando separarse de Vettel para conservar y aprovechar el único pequeño despiste del piloto de Red Bull para pegarse y pasarlo a final de recta. En resumen, una carrera perfecta para volver a lo más alto.

Sus años en McLaren llegan a su fin con una sensación muy agridulce, incluso para el equipo que le deja marchar. Con Jenson Button incapaz de encadenar dos podios consecutivos en toda la temporada y con muchas dudas en el seno de la escudería sobre el rendimiento a corto plazo de Sergio Pérez, el interrogante sobre si McLaren hizo lo necesario para retener a Hamilton está cada vez más presente. Sin la guinda que aporta un piloto puntero durante los fines de semana y la motivación que su presencia supone para cada miembro de la escudería, está por ver si McLaren puede seguir en la primera línea.

En las últimas carreras, la caja de cambios en Singapur, la suspensión trasera en Corea y la presión del combustible en Abu Dabi han ido sumándose a una larga lista de fallos por parte del equipo: la descalificación en la clasificación en Barcelona, los problemas en los cambios de neumáticos o los desastres en forma de mal 'set-up' que retrasaron al inglés en Spa o Suzuka, los únicos en los que se le puede señalar como culpable. En pista, ni siquiera el accidente con Pastor Maldonado en Valencia queda en su debe ya que tuvo más de incidente de carrera que de imprudencia por su parte.

Un horizonte complicado


Por todo eso, el horizonte de McLaren sin Hamilton no pinta demasiado mejor que el de Lewis fuera de McLaren: ambos pierden muchísimo con el final de su relación. El campeón de 2008 quizá no sea ni tercero en el Campeonato pero está siendo el único en pelear con Vettel en este final de temporada, está siendo consistente en su ritmo de carrera como nunca y es capaz de gestionar la temperatura de los neumáticos, algo que siempre ha estado en boca de todos para criticarlo.

Mercedes

En cuanto a lo personal, da miedo imaginarse a Lewis Hamilton teniendo que competir con un monoplaza como el que están utilizando Nico Rosberg y Michael Schumacher en estas últimas carreras. Sería una verdadera pena que Lewis pasara parte de sus mejores años sin luchar por las victorias así que, crucemos los dedos y esperemos que ese próximo W04 sea competitivo como para que el inglés pueda seguir haciéndonos disfrutar cada fin de semana. Sería la mejor noticia posible para 2013.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Sociedad limitada

El sueño del equipo español se esfuma: de su origen en la burbuja del ladrillo pasó a ser "del banco", como otras propiedades en estos tiempos, a diluirse como un azucarillo junto a los trabajos y las ilusiones de casi un centenar de trabajadores. No es una historia que no leamos cada día en los periódicos digitales, vivamos en nuestro entorno o incluso en nuestras propias carnes (¡ánimo!) pero no deja de hacernos perder una lágrima que algo que sentíamos como "nuestro" se termine.
Thesan Capital
 
En casi tres años en el Gran Circo, las diversas personas que han tenido el juguete en sus manos jamás han sabido valorar la dificultad de instalar un equipo en la elitista Fórmula 1, la complicación logística de encontrar un lugar donde "hacer Fórmula 1": una sede, oficina técnica y un túnel del viento donde trabajar, atraer ingenieros asentados en la Fórmula 1 y formar a tus propios trabajadores. Estos tres puntales, en la actual HRT, están separados por miles de kilómetros. Con la familia Carabante al frente, ni siquiera existían.

A pesar de los enormes esfuerzos de los buenos profesionales que seguían hasta ayer en nómina de HRTy de las ingentes jornadas de trabajo que se han metido entre pecho y espalda, el paquete generado por Thesan Capital que sí ha logrado atraer el interés de los aficionados españoles gracias al tirón dePedro de la Rosa y su instalación en la Caja Mágica, no ha logrado cuajar entre las empresas del país y tampoco ha conseguido lanzar el equipo a un nivel razonable para ser vendido a una empresa extranjera, el tapete donde realmente se juega la Fórmula 1.

A estas horas, se desconoce qué pasará con HRT. Es decir, qué pasará con sus trabajadores y su plaza en Fórmula 1, lo único válido de la escudería aparte de un par de contratos con el Ayuntamiento de Madrid y con Mercedes para la explotación de su túnel del viento, que vencen a final de año. Resulta difícil de creer que alguien vendrá a buscar en dos semanas lo que nadie ha querido comprar en año y medio porque, no se engañen, lo de este lunes no es más que un grito desesperado de sus dueños (sí, "el banco") para intentar salvar el máximo dinero posible de la inversión realizada en el equipo.
Carabante

Rentabilidad: cero


En resumen, aunque hay que reconocer que han tocado buenas puertas (India o China), la visión cortoplacista y la sangría económica que supone simplemente estar en Fórmula 1 ha pesado demasiado en la quijotesca aventura española. El Gran Circo no es rentable económicamente y ni siquiera lo es consiguiendo triunfos: pregunten por el paddock. Allí donde Honda o Toyota se estrellaron o donde el hombre más rico del mundo apenas se atrevió a entrar con un rol secundario, un par de empresarios españoles se creyeron que iban a obtener rédito económico sin saber ni cuántas marchas tiene un monoplaza. Atrevida ignorancia.