viernes, 27 de julio de 2012

Fernando, ya eres el jefe


¿Dónde estabas tú el 24 de agosto de 2003? Han pasado casi nueve años, 158 Grandes Premios y el protagonista de aquel día, ese niño que hizo entrar la Fórmula 1 en todos los hogares de nuestro país -quizá el tuyo o el mío no valgan, pero sí en el de ese vecino que hoy luce con orgullo una camiseta con el Cavallino- ha crecido mucho: 'baby Alonso' -como tituló La Gazzetta dello Sport al día siguiente- está a punto de cumplir 31 años dejando por el camino 30 victorias y 79 podios.
Alonso en Hungría 2003
 
La temporada 2003 fue similar a la actual en términos de igualdad y sorpresas en cabeza, a pesar de que las circunstancias que provocaron dicha situación fueron muy distintas con dos suministradores de neumáticos rivales y tres candidatos claros al titulo con circunstancias diversas: Schumacherresistiendo con Bridgestone tras un inicio de temporada europea dominante, Räikkönen rascando podios con el vetusto MP4-17D y Juan Pablo Montoya como líder de Williams, los dos últimos con monturas Michelin.

Y entre los protagonistas de esa temporada aparecía un asturiano que, tras conseguir su primera 'pole' y primer podio en Malasia, estremeció a los aficionados con su accidente en el caos de Interlagos, presionó hasta la extenuación a los Ferrari F2003-GA estrenados en España para conseguir un segundo puesto en casa, y en Hungría volvió a sorprender siendo el más rápido en la sesión del sábado. El R23, con su motor V10 de ángulo abierto (111º) ofrecía un centro de gravedad reducido, ideal para las características de Hungaroring.
Alonso en Hungría 2003

Y Fernando, como el tiempo se ha encargado de demostrar, no es de esos que deje escapar una oportunidad. Con el incipiente Mark Webber detrás en tercera posición y los Williams en el lado sucio de las dos primeras filas, la salida fue la soñada: Webber, con su modesto Jaguar, se colocó segundo y resistió el acoso de Kimi Räikkönen hasta la vuelta 12 mientras la diferencia del australiano con el de Renault se iba ampliando hasta los 21 segundos. "¿Donde están los otros?", llegó a preguntar Alonso por radio.

Con esa ventaja, Fernando fue inalcanzable para el resto ganando la carrera por 16,7 segundos de margen con Räikkönen y doblando a su compañero de equipo y a Michael Schumacher, que a final de año se haría con su sexto título de Campeón del Mundo, a falta de nueve vueltas. El español, con 22 años y 27 días, se convertía en el ganador más joven de la historia de la Fórmula 1 dando a Renault una victoria veinte años más tarde y cumpliendo la promesa que había realizado entre sonrisas a su abuela unos días antes: "Sólo lo sabes tú y no se lo digas a nadie, pero en Hungría voy a ganar".

"Adri, aquí me va a costar ser el jefe"


Dos años antes, Fernando, tras subirse por primera vez a aquel carismático pero errático Minardi PS01, había reconocido a Adrian Campos, su mánager y compañero de viaje durante prácticamente un lustro, que la Fórmula 1 era harina de otro costal. Un hervidero de intereses plagado de pirañas en el que el mandamás ni siquiera se queda a ver las carreras y en el que sobrevivir ya es un éxito.

Después de aquella primera piedra en el camino, llegó la placidez del éxito en Renault, el trauma deMcLaren y el camino por el desierto que supuso volver a una casa que, de repente, se había quedado pequeña. Es indudable que junto a Ferrari, Alonso ha logrado una madurez deportiva y mental que le ha hecho convertirse en el amo y señor de la Fórmula 1. Un piloto respetado por sus rivales, escuchado por sus compañeros, adorado por los aficionados y alabado por las leyendas que le preceden en los libros de historia.

Fernando, ya eres el jefe.

Alonso en Hungría 2003
 
 
 

miércoles, 11 de julio de 2012

Una nueva esperanza


Williams ha vuelto a ganar un Gran Premio, sus acciones en bolsa están cerca de recuperar su valor inicial tras un año en pleno ascenso y el FW34 quizá sea el mejor coche que haya salido de la fábrica de Grove desde 2003, el año en que Juan Pablo Montoya debió ganar el título. Y es que, pese a que ocupe la séptima posición en el campeonato, es evidente que el potencial de Williams es para haber subido al podio en más de una ocasión.
Valtteri Bottas y Bruno Senna
 
Sin embargo, desde su triunfo en Barcelona, el equipo sólo ha sumado cuatro puntos: los cuatro aportados por Bruno Senna mientras Pastor Maldonado ha estado más pendiente de apartar pilotos a su paso que de centrarse en aportar puntos para un equipo que, después de todo, necesita capitalizar su rendimiento en el Campeonato de Constructores, el baremo con el que se reparten los dividendos entre los equipos en Fórmula 1. Incluso, Frank Williams ha reconocido que quizá le gustaría tener otra dupla de pilotos, pero no puede costearsela.

Con semejante panorama no es extraño que la mirada del equipo se vaya al pasado recordando la marcha de Rubens Barrichello que, sin ir más lejos, puntuó en siete de las últimas once carreras de 2010 cuando el discreto FW32 comenzó a ser un coche decente. Bajo el cobijo del brasileño y, seamos sinceros, con el presupuesto aportado por Pastor, se fraguó el crecimiento del equipo durante el duro 2011 y en preparación del futuro, con las salidas de Adam Parr y Sam Michael y la entrada de un renovado equipo técnico y el ascenso de Toto Wolff en la estructura de la escudería.

El efecto Wolff


Quizá Wolff, para muchos, sea el tipo que ha puesto a su esposa como piloto de desarrollo en el equipo del que es accionista pero su labor y, sobre todo, su influencia va más allá, sobre todo desde la marcha de Parr, que sobrecogió al equipo más en la forma que en el fondo. En los últimos meses, el austriaco ha aglutinado a gente como Alex Wurz, cuya inteligencia es aún mayor fuera de la pista que dentro de ella, e incluso Christian Klien, que ejerce de piloto de desarrollo para la escudería. Pero, sin duda, la gran apuesta de Wolff y, por extensión de Williams, se llama Valtteri Bottas.

Valtteri Bottas en Silverstone

A sus 22 años, Bottas ha conseguido triunfar en la Formula Renault 2.0, ganar el Masters de F3 con autoridad y la GP3 en los últimos años. Aunque su experiencia al volante de un Fórmula 1 ya supera los 2.000 kilómetros, Williams no ha titubeado un instante en bajar a Bruno Senna en la gran mayoría de sesiones libres del campeonato para rodar al finlandés e incluso, en algunas ocasiones ha sido él quien ha podido probar las mejoras que el equipo tenía que evaluar en las sesiones libres.

El paso del tiempo no hace más que demostrar que su ascenso a titular puede ser una de las noticias de los próximos meses. La pasada semana, Williams le colocó en el lugar de Susie Wolff en el test aerodinámico que tenía previsto realizar la piloto escocesa y esta semana, el finlandés tendrá la oportunidad de acumular rodaje en los tests para debutantes que tendrán lugar en Silverstone que también iba a disputar Wolff. Todo un acelerón para Bottas, una declaración de intenciones del equipo y un mensaje directo para sus dos pilotos titulares.