miércoles, 11 de julio de 2012

Una nueva esperanza


Williams ha vuelto a ganar un Gran Premio, sus acciones en bolsa están cerca de recuperar su valor inicial tras un año en pleno ascenso y el FW34 quizá sea el mejor coche que haya salido de la fábrica de Grove desde 2003, el año en que Juan Pablo Montoya debió ganar el título. Y es que, pese a que ocupe la séptima posición en el campeonato, es evidente que el potencial de Williams es para haber subido al podio en más de una ocasión.
Valtteri Bottas y Bruno Senna
 
Sin embargo, desde su triunfo en Barcelona, el equipo sólo ha sumado cuatro puntos: los cuatro aportados por Bruno Senna mientras Pastor Maldonado ha estado más pendiente de apartar pilotos a su paso que de centrarse en aportar puntos para un equipo que, después de todo, necesita capitalizar su rendimiento en el Campeonato de Constructores, el baremo con el que se reparten los dividendos entre los equipos en Fórmula 1. Incluso, Frank Williams ha reconocido que quizá le gustaría tener otra dupla de pilotos, pero no puede costearsela.

Con semejante panorama no es extraño que la mirada del equipo se vaya al pasado recordando la marcha de Rubens Barrichello que, sin ir más lejos, puntuó en siete de las últimas once carreras de 2010 cuando el discreto FW32 comenzó a ser un coche decente. Bajo el cobijo del brasileño y, seamos sinceros, con el presupuesto aportado por Pastor, se fraguó el crecimiento del equipo durante el duro 2011 y en preparación del futuro, con las salidas de Adam Parr y Sam Michael y la entrada de un renovado equipo técnico y el ascenso de Toto Wolff en la estructura de la escudería.

El efecto Wolff


Quizá Wolff, para muchos, sea el tipo que ha puesto a su esposa como piloto de desarrollo en el equipo del que es accionista pero su labor y, sobre todo, su influencia va más allá, sobre todo desde la marcha de Parr, que sobrecogió al equipo más en la forma que en el fondo. En los últimos meses, el austriaco ha aglutinado a gente como Alex Wurz, cuya inteligencia es aún mayor fuera de la pista que dentro de ella, e incluso Christian Klien, que ejerce de piloto de desarrollo para la escudería. Pero, sin duda, la gran apuesta de Wolff y, por extensión de Williams, se llama Valtteri Bottas.

Valtteri Bottas en Silverstone

A sus 22 años, Bottas ha conseguido triunfar en la Formula Renault 2.0, ganar el Masters de F3 con autoridad y la GP3 en los últimos años. Aunque su experiencia al volante de un Fórmula 1 ya supera los 2.000 kilómetros, Williams no ha titubeado un instante en bajar a Bruno Senna en la gran mayoría de sesiones libres del campeonato para rodar al finlandés e incluso, en algunas ocasiones ha sido él quien ha podido probar las mejoras que el equipo tenía que evaluar en las sesiones libres.

El paso del tiempo no hace más que demostrar que su ascenso a titular puede ser una de las noticias de los próximos meses. La pasada semana, Williams le colocó en el lugar de Susie Wolff en el test aerodinámico que tenía previsto realizar la piloto escocesa y esta semana, el finlandés tendrá la oportunidad de acumular rodaje en los tests para debutantes que tendrán lugar en Silverstone que también iba a disputar Wolff. Todo un acelerón para Bottas, una declaración de intenciones del equipo y un mensaje directo para sus dos pilotos titulares.

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