Al igual que hay pilotos que encandilan de primeras en su país, a algunos les cuesta mucho ser profetas en su tierra. Un mito como Senna tuvo que esperar al año en el que se coronó como tricampeón del mundo para ver la bandera a cuadros en primera posición en su país y, a otro nivel, Barrichello nunca fue capaz de ponerlo todo en el sitio para conseguir hacer la ‘Subida dos Boxes’ con la grada coreándose su nombre ni en sus años en Ferrari ni con Brawn GP.
Algo así le pasa a Mark Webber que, aunque suene a broma, este fin de semana igualó su mejor resultado en Albert Park terminando en quinta posición. El héroe local, de quien se dice que usó un chasis defectuoso en la primera carrera del año, fue una sombra del sólido piloto que vimos en la pasada temporada durante todo el fin de semana. Estar a nueve décimas de tu compañero de equipo en parrilla y a 38 segundos del mismo en carrera no es aceptable para alguien que pretende que su equipo le vea como una alternativa.
Al otro lado está Lewis Hamilton. No me gustan los paralelismos, pero su actuación en Australia fue muy similar a la de Jorge Lorenzo en la carrera inaugural de MotoGP. Tras una pretemporada para olvidar, el equipo acertó con las mejoras para la primera carrera y Lewis puso lo máximo. No ocupará los titulares ni su celebración fue tan exagerada como la del campeón de las dos ruedas, pero el gran mérito de la carrera del inglés está ahí y supone un primer toque de atención a los que le querían descartar antes de empezar el campeonato. ¿Dónde están los problemas de McLaren? ¿Y los apuros de Hamilton con la degradación de los Pirelli?
Dejando de lado a los pilotos, considero que es pronto para juzgar las novedades que llegan con la nueva normativa para 2011. Albert Park es un circuito peculiar en el que la recta no permite aprovechar las ayudas para adelantar que se han impuesto esta temporada y lo poco abrasivo de su asfalto podría haber favorecido la inesperada estrategia de Sergio Pérez a una parada. Quizá esta estrategia no se vuelva a repetir salvo en casos contados o tal vez se convierta en norma en las próximas carreras. No lo sabremos hasta dentro de unas semanas.
Por el bien del espectáculo, ojalá sea lo primero. La Fórmula 1 necesita alternativas tácticas y espero que con el tiempo, consideremos lo del ‘Checo’ como la conjunción de unas condiciones peculiares y un piloto fino al volante de un coche que cuida bien los neumáticos. De momento, Sergio se ha quitado la etiqueta de simple “piloto de pago” para quien no lo conociera de sus años en GP2. Visto lo visto, no es poco.
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