martes, 29 de noviembre de 2011

El briefing: GP de Brasil


A destacar
  • El renacido Adrian Sutil ha completado el mejor final de temporada de su carrera. Espoleado por la posibilidad de quedarse sin hueco en parrilla, Sutil ha mostrado que quizá sí que merezca ser teniendo en cuenta por algunos jefes de equipo. Tampoco hay que olvidar su aportación a Force India, un equipo en indudable ascenso en los últimos años.
  • La generosidad de Red Bull con Mark Webber si aceptamos que los problemas de Sebastian Vettel con su caja de cambios no fueron tales. El australiano, errante durante todo el año, ha formado parte de la escudería durante años y también merecía su parte de gloria. Con problemas de Vettel o sin ellos.
  • La inteligencia de Kamui Kobayashi asegurando el séptimo puesto de Sauber en el campeonato de constructores podría ser decisiva para el desarrollo del equipo en la próxima temporada. Se trata de una cantidad económica discreta pero hace unas semanas parecía prácticamente imposible que el equipo se hiciera con ella.
Para olvidar
  • El escaso premio recibido por Fernando Alonso a su temporada. Ser subcampeón del mundo no es un consuelo para nadie, pero es evidente que el rendimiento del español ha sido merecedor de algo más que el cuarto puesto final. Este resultado resalta el pésimo año de Ferrari, pese a la evaluación positiva que se hace de la temporada desde Maranello.
  • El bajón de Toro Rosso en las dos últimas citas del Mundial evidencia que los de Faenza siguen siendo demasiado irregulares como para aspirar a cotas mayores. Su crecimiento como escudería sigue estando en cuestión y la gran parte de sus rivales parecen tener un horizonte más positivo que el suyo.
  • La poca repercusión que está recibiendo el ridículo final de la aventura de Richard Branson en Fórmula 1. Puede que el inglés haya multiplicado sus ingresos en estos dos años tras vender el equipo a Marussia, pero hemos visto demasiadas situaciones como la vivida con Timo Glock en Interlagos como para que Branson quede contento con su incursión en el Gran Circo.
Reflexión

A no ser que la situación cambie de manera sorprendente a última hora, Rubens Barrichello dejará de formar parte de la parrilla de cara a la próxima temporada tras una carrera con un agrio sabor a despedida al continuar aferrado a la posibilidad de seguir en el Gran Circo. En esta época de homenaje forzado e incesante, no deja de ser triste que el hombre que más carreras ha disputado pueda dejar el Gran Circo sin ser homenajeado como merece. Y más en su país.

Protagonista principal en algunas ocasiones y parte indispensable del decorado en otras, Rubens ha sido el paradigma del piloto clásico instalado en la Fórmula 1 moderna. A pesar de frenar con el pie izquierdo, de continuar más preocupado por mejorar su técnica que su forma física o de seguir pensando en que una Fórmula 1 en la que no haya órdenes de equipo es posible, el brasileño sí que ha sabido adaptarse fuera de las pistas y hacerse querer tanto por los nuevos aficionados como por los clásicos. Puede que suene como un melancólico consuelo, pero es algo que muchos jamás conseguirán..

Artículo publicado en BoxGP

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