La cultura nos sirve para no gritar cuando cae el avión", espeta Arturo Pérez-Reverte en JotDownprovocando las risas de Enric González. Divina pareja: el reportero de guerra convertido a contador de historias y uno de los hombres que mejor dibuja esas mismas historias en nuestro idioma. Pero antes de irme de tema y recomendar la bibliografía de ambos, volvamos al fondo de la frase que, como habrán podido comprender, viene a dejarnos claro que conocer el ámbito y el desencadenante de los acontecimientos hace que su aparición no nos coja por sorpresa.
En seguida a mi mente me vinieron las últimas vueltas del Gran Premio de Canadá y Fernando Alonsoperdiendo posiciones mientras sus Pirelli dejaban claro que cualquier tiempo pasado fue mejor. Cualquier vuelta pasada, si me permiten la licencia. Hubo quien supo ver el desastre antes de que se produjera, al conocer los detalles de las tandas de Ferrari durante el fin de semana, intuir la degradación de los neumáticos bajo la temperatura que había en pista o, simplemente, comparando los tiempos del español con los de Lewis Hamilton, parejo en cuanto a ritmo hasta el punto de inflexión de la pasada carrera.
Es muy fácil simplificar y pintar de blanco o negro una situación, pero con los datos en la mano siempre hay una razón para que los hechos se produzcan y con ellos, suele triunfar el gris. Y ya no hablamos de Canadá, sino de la temporada en global. La Fórmula 1 de 2012 no es una lotería y ni siquiera los neumáticos Pirelli lo son. Como decía el clásico, la suerte es tan sólo un cúmulo de pequeños detalles y todo buen amante del mundo del motor sabe que esa es la esencia de las carreras: un pinchazo lento, una línea blanca en pleno diluvio o la duda de un doblado. Todo importa y hablando de 2012, todo es decisivo.
Por eso me voy a permitir dar un consejo, que sirve también de nota mental. Siempre habrá detalles que se nos escapen, pero hagamos un esfuerzo por comprender los que están negro sobre blanco, por tener los datos en la mano y entender por qué se dan los altibajos en esta temporada. Corran a la web de la FIA a ver los tiempos, buceen en la letra pequeña de los comunicados de prensa, busquen más allá de los medios habituales y desempolven su vieja Casio. Quiten la palabra 'suerte' y 'lotería' de sus diccionarios y háganse un favor empapándose de auténtica Fórmula 1: la mejor temporada de la última era bien lo merece.
Es muy fácil simplificar y pintar de blanco o negro una situación, pero con los datos en la mano siempre hay una razón para que los hechos se produzcan y con ellos, suele triunfar el gris. Y ya no hablamos de Canadá, sino de la temporada en global. La Fórmula 1 de 2012 no es una lotería y ni siquiera los neumáticos Pirelli lo son. Como decía el clásico, la suerte es tan sólo un cúmulo de pequeños detalles y todo buen amante del mundo del motor sabe que esa es la esencia de las carreras: un pinchazo lento, una línea blanca en pleno diluvio o la duda de un doblado. Todo importa y hablando de 2012, todo es decisivo.
Por eso me voy a permitir dar un consejo, que sirve también de nota mental. Siempre habrá detalles que se nos escapen, pero hagamos un esfuerzo por comprender los que están negro sobre blanco, por tener los datos en la mano y entender por qué se dan los altibajos en esta temporada. Corran a la web de la FIA a ver los tiempos, buceen en la letra pequeña de los comunicados de prensa, busquen más allá de los medios habituales y desempolven su vieja Casio. Quiten la palabra 'suerte' y 'lotería' de sus diccionarios y háganse un favor empapándose de auténtica Fórmula 1: la mejor temporada de la última era bien lo merece.
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