Sobre entrenamientos y tiempos

La pretemporada es una cuestión de sensaciones. Al menos para los aficionados y por extensión, para los medios de comunicación. Estos últimos, mediante los compañeros que acostumbran el anochecer dándole a la tecla en los circuitos, disfrutan de más información para formar su opinión al poder ver a los coches a pie de pista durante horas. Esas impresiones valen mucho más que la tabla de tiempos.

 

Es obvio que la subjetividad juega un factor importante. En una situación imposible en la que un Marussia y un Red Bull pasaran por una curva exactamente igual, por el mismo milímetro y a la misma velocidad,nueve de cada diez personas señalarían al Red Bull como el mejor de los dos. Sin duda, yo sería uno de ellos. Por no hablar de las filias y fobias personales que todos, aunque tratemos de ocultar, tenemos.

En mi caso, ver a Felipe Massa incapaz de seguir el ritmo de Pastor Maldonado durante una irrelevante tanda matutina en la pasada pretemporada me incitó a pensar que Williams tendría un buen monoplaza en 2012. Dos meses más tarde vería al venezolano ganar su primer Gran Premio en la misma pista con unFerrari por detrás. Me gusta recordar más esa premonición que otra relacionada con Sauber. Dejé el circuito de Montmeló augurando una temporada de perros para el simpático equipo suizo viendo lo que sufrían sus pilotos en pista. Atrevida ignorancia.

Por eso creo que leer los análisis de los tiempos de pretemporada es uno de los pasatiempos más divertidos estos días. ¿Cómo sabemos mirando sólo números si un coche es el nuevo Brawn BGP01 o está rodando bajo de peso como el Prost AP04, el Sauber C29 y otros tantos en busca de patrocinadores? Es imposible: repasen los análisis del año pasado, sin ir más lejos. Por eso, tan sólo podemos considerar las sensaciones 'en caliente' de quien ve los coches en pista y ponerlas en cuarentena. Sí, resulta tentador ir más allá y autoconvencerse de que nuestro juicio es el bueno pero lo único que conseguiremos es sorprendernos en Melbourne.

De todos modos, tampoco es cuestión de afirmar que no se puede sacar ninguna información verídica de la pretemporada. En doce días, los fallos de fiabilidad, la consistencia en los tiempos con el paso de los días y la información que cada día aportan los equipos en sus declaraciones se tienen que tener en cuenta. Es cierto que entre jefes de equipo, técnicos y pilotos mienten más que hablan pero, ¿no estaríamos haciendo eso mismo nosotros sacando conclusiones precipitadas de unos tiempos que ni siquiera sabemos en qué condiciones se están produciendo?