miércoles, 13 de abril de 2011

Sepang: sobre el espectáculo, los comisarios y la FIA



En busca de favorecer los adelantamientos y aumentar el espectáculo en las carreras, este año se ha introducido el alerón móvil, ha vuelto el KERS, se ha prohibido el doble difusor. Yendo unos años más atrás, podemos recordar el trabajo del famoso grupo técnico de la FIA destinado expresamente a ello que dio forma a los coches de 2009 a partir de un lienzo en blanco. Algunas medidas han sido más acertadas y otras han sido un auténtico fracaso porque, después de todo, asumir el riesgo de intentar adelantar a un rival sigue siendo responsabilidad del propio piloto.

Por eso considero tan deleznable la actuación de los comisarios en Malasia sancionando a Fernando Alonso por tratar de adelantar a Lewis Hamilton o al inglés por tratar de zafarse del rebufo del español de una manera mucho más sutil que la vista en la pasada temporada con Petrov (¡y de la que salió impune!). ¿Qué mensaje están dando a los pilotos? Pensaba que el cartel de 'Drive safety’ que aparecía en una de las pasarelas del circuito era un mero eslogan de una compañía de seguros, pero visto lo visto, quizá se trate del nuevo método con el que la FIA informa a los pilotos de lo que deben hacer en carrera y de que, visto lo complicado que es adentrarse al lado sucio de la pista, es mejor que se estén quietos y no intenten mejorar su posición en pista con un movimiento arriesgado. ¡Que para eso ya se ha puesto un botón con el que hacerlo en plena recta!

Me parece que gran parte de los estamentos de la Fórmula 1 están consiguiendo terminar con la magia de este deporte. Equipos que se quejan de no entender los neumáticos, pilotos que no quieren tener más en qué pensar que en girar el volante cuando llega la curva, comisarios que castigan las peleas en pista, magnates que llevan las carreras a circuitos en los que se ven más asientos libres que público y aficionados que comienzan a resignarse pensando en que cualquier tiempo pasado fue mejor y que, para el próximo Gran Premio, tal vez sea mejor ponerse la versión extendida de 'Senna' que ver si alguien logra batir a Sebastian Vettel.

Y es una pena porque tenemos unos pilotos magníficos en pista, posiblemente formando una de las generaciones más brillantes de la historia, y las nuevas tecnologías nos permiten seguir sus andanzas y cada mejora de sus coches hasta puntos que los clásicos jamás hubieran imaginado. En contraste, los comisarios y la FIA siguen actuando de manera ineficiente como hace décadas: tarde –las sanciones se notificaron más de dos horas después de la carrera- y sin aportar datos que expliquen su sanción. ¿Tan difícil sería mostrar la telemetría de los coches y demostrar gráficamente los cambios de dirección de Hamilton con datos? ¿O contradecir a los conspiranoicos que aseguran que, según por donde les va, uno de los dos pilotos provocó el choque? ¿O explicar por qué el dedo de Charlie Whiting sigue señalando a unos y no a otros?

Todas estas preguntas están sin respuesta y me temo que quedarán sin ser contestadas en los próximos Grandes Premios si el señor Todt, más pendiente de la guerra fría que le enfrenta con Bernie Ecclestone, continúa sin cumplir con una de sus promesas electorales: la profesionalización de los Comisarios Deportivos. Después de todo, quienes toman este tipo de decisiones no son más que tipos que se arriman a la sombra que más convenga y que tienen que justificar su sueldo con sanciones que, en muchos casos, parecen arbitrarias a los ojos del espectador. Pero, como otras tantas veces, nadie controla ni juzga la labor que hacen. Como de sueños también se vive, esperemos que el pequeño Napoleón cree un departamento de Asuntos Internos con el aumento de ganancias que se la FIA se asegurará con el nuevo Pacto de la Concordia. Eso sí que sería una gran decisión para mejorar las carreras.

2 comentarios:

pulguitaatodogas dijo...

El post que ya tengo escrito y programado para mañana va de lo mismo: estoy contigo en que es deleznable que el de siempre intente influir en el resultado. Esta F1 va pecando de lo mismo que los realities, que se mueve a golpe de índices de audiencia y cualquier cosa vale, hasta fabricar ruedas mal a propósito, con total de aumentar el número de personas ante el televisor: pero como esos programas que cada vez se complican más, pueden terminar sin acabar una nueva edición, lo que le ha pasado este año a OT, porque al final nos saturamos de tanta complicación.

J. Arce dijo...

¿Cómo era Ferarri con Todt? Pues un equipo ganador pero sin personalidad. Pues en eso quiere convertir la F1. ¿Por qué Alonso no la montó después de la injusta sanción? ¿Por qué ni pilotos ni equipos protestan? Son todos unos mierdas y cuando sale uno un poco rebotado como Montoya se lo sacan de en medio. Esto tiene pinta de acabar como los rallyes o la resisitencia.