jueves, 16 de agosto de 2012

¿Una y no más para Mercedes?


Montreal. Junio de 2008. Robert Kubica consigue la primera victoria de BMW en Fórmula 1 y se sitúa líder del Campeonato del Mundo por delante de Felipe Massa y Lewis Hamilton. Es el primer polaco en ganar un Gran Premio y la alegría es completa en el box de BMW Sauber ya que Nick Heidfeld ha terminado segundo. De un equipo modesto de mitad de parrilla, el conjunto de Hinwil ha pasado a pelear arriba, a base de capital alemán y la potencia de cálculo de Albert, la supercomputadora de su fábrica.
Mercedes en la F1
 
Shanghai. Abril de 2012. Nico Rosberg consigue su primera victoria en Fórmula 1, la primera de la nueva era de Mercedes en el Gran Circo. Tras dos carreras desafortunadas, el equipo había conseguido la primera fila completa en clasificación, lo que parecía predecir que el gigante alemán, que había vuelto al Gran Circo con el objetivo de mostrar su supremacía, comenzaba a levantar la cabeza de una vez por todas.

Agosto de 2012. Ambas situaciones son historia. Ni Robert ni BMW volvieron a ganar en Fórmula 1 mientras que el escaso potencial del Mercedes W03 sólo ha permitido a Nico Rosberg pisar el podio en otra ocasión en lo que va de temporada y el equipo alemán a duras penas puede aguantar el ritmode una escudería como Sauber en una modesta lucha por el quinto puesto del campeonato de constructores por detrás de Red BullMcLarenLotus y Ferrari.

Cada día hay más dudas en Stuttgart


La Fórmula 1 nunca ha sido fácil para los constructores: gigantes como Honda o Toyota naufragaronmientras que un rival menor a los ojos de sus cúpulas directivas y que estaba inviertiendo mucho menos dinero como Renault les batía cada domingo en las carreras y en los estudios de marketing relacionados. La versión opuesta de 'quien gana el domingo, vende el lunes' resonaba en las reuniones de los mandatarios en Japón como lo hace actualmente en Stuttgart.

Para los acorbatados dirigentes que dirigen su casa matriz, cada adelantamiento sufrido por Nico Rosberg, cada abandono de Michael Schumacher y cada insulso noveno puesto en carrera es una razón por la que abandonar su programa de Fórmula 1. Con la situación económica global, resultaría muy sencillo justificarse para hacerlo y la notable pérdida de rendimiento del monoplaza desde el podio de Schumacher en Valencia hace palidecer las razones por las que Mercedes continua arriesgando su nombre permaneciendo en Fórmula 1.

El mejor espejo en el que Mercedes se podría mirar es Renault que, tras vender su equipo a Genii Capital, sigue en la Fórmula 1 como motorista consiguiendo un posicionamiento barato y de prestigio al lado de Red Bull, algo que Mercedes tenía con McLaren hasta que decidió dar el salto y tratar de jugar por su cuenta infravalorando la dificultad que tiene triunfar en Fórmula 1. Hasta en esto volvemos a acordarnos de BMW, ¿verdad?

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