martes, 13 de agosto de 2013

La onomástica de la Fórmula 1


Hasta 159 equipos distintos han participado en Fórmula 1 aunque si reducimos esa lista a los que han competido al menos 20 Grandes Premios, cifra que se manejará como la duración de una temporada a partir de 2014, la lista se reduce a 65 constructores. Entre ellos están los once que componen la actual parrilla, empezando por Ferrari y su relación con la Fórmula 1 desde los inicios de la era moderna en 1950, y terminando con Caterham y Marussia, quienes en sus cuatros años en el Gran Circo han cambiado en varias ocasiones de nombre. Por no hablar de la denominación con la que tramitaron su licencia... 

Comienza aquí una aventura por los nombres de la Fórmula 1. La explicación de por qué el actual Lotus no es el Lotus de Ayrton Senna o Jim Clark, de equipos que aparecen y desaparecen con el paso de los años, de por qué Sebastian Vettel y Lewis Hamilton deben algo de sus triunfos a Jackie Stewart o las razones que han convertido a un pequeño equipo de Fórmula 3 de los años sesenta en un conjunto que representa a la multinacional del automóvil más antigua del mundo.

La santísima trinidad


Hay tres equipos cuya denominación no ha cambiado en su historia y cuyos nombres evocan el olor de la goma quemada: Ferrari, McLaren y Williams. Fundada a finales de los años 20, la historia de la Scuderia Ferrari está marcada por las guerras mundiales, el apoyo de Alfa Romeo y la ilusión de un piloto frustrado llamado Enzo Ferrari. Con su mítico cavallino rampante en el morro, Ferrari debutó oficialmente en Fórmula 1 con un monoplaza construido en Maranello en el Gran Premio de Mónaco de 1950. Y así hasta nuestros días.


Las mismas calles del Principado, 16 años más tarde, vieron el estreno de McLaren. Fruto de los desacuerdos de su fundador Bruce McLaren con Cooper, con quien el joven neozelandés había rozado las mieles del éxito en los años anteriores, McLaren construyó su propio monoplaza, el M2. La muerte de Bruce en 1970 supuso un duro golpe para la escudería pero el impulso de Ron Dennis, palpable hasta la actualidad, la ha mantenido en primera línea de parrilla hasta el nuevo siglo, momento en el que McLaren se ha convertido en un gigante de la automoción más allá de los Grandes Premios.

Precisamente, en ese lejano 1966 también nació Frank Williams Racing Cars, la primera formación con la que Frank Williams coqueteó con la Fórmula 1, aunque no sería hasta 1977 cuando el equipo del carismático Frank se estableciera en el Gran Circo. Con base en Didcot, el equipo nació cuando el socio de Williams, Walter Wolf decidió no seguir contando con el inglés relegándole a formar un nuevo equipo llamado Williams Grand Prix Engineering. Más de seiscientas carreras más tarde, Williams sigue siendo un fiel reflejo de la pureza del automovilismo en el cada vez más político Gran Circo.

Los herederos


Pese a esas historias de constancia y éxito, mantener un equipo estable en Fórmula 1 no es una tarea sencilla y la gran parte de equipos actuales han surgido de la compra y venta de otras formaciones que existían anteriormente: ése es el caso de Mercedes, Lotus, Toro Rosso, Force India y Red Bull. En el caso del conjunto alemán, el comienzo de sus días se extiende antes incluso del debut de Williams ya que fue en 1970 cuando Ken Tyrell decidió inscribir a su equipo en Fórmula 1. Sus éxitos no tardaron en llegar... y en 1971 consiguieron su primer título con Jackie Stewart, al que se sumaría un segundo en 1973.


La aventura de Tyrell en el Gran Circo se alargó hasta 1998, tres años antes del fallecimiento de su fundador, momento en el que el equipo fue comprado por British American Tobacco (BAR). Instigados por Craig Pollock, mánager de Jacques Villeneuve, la tabacalera mantuvo a un equipo que languideció por las pistas sin ningún triunfo hasta 2004 cuando Honda decidió comprar el 40% de la escudería, una participación que se convertiría en total en 2006. A pesar de la inversión y de conseguir un triunfo en su primer año, la presencia de Honda como constructor en el Gran Circo no fue mucho más allá terminando a finales de 2008, cuando el equipo tuvo que ser rescatado a manos de Ross Brawn, quien reflotó la escudería poniéndola su propio nombre y consiguiendo los dos títulos de 2009... para venderla a Mercedes Benz, quien ocupa dicho lugar en la actualidad.

Casi tan rocambolesca como la anterior es la historia del equipo Lotus, cuyo origen comienza cuando el equipo Toleman decide dar el salto a la Fórmula 1 en 1981. Su participación se extiende por cinco temporadas en las que destaca la labor de un tal Ayrton Senna, quien terminó marchándose a... Lotus. Ajenos a las carambolas de las denominaciones futuras del conjunto de Enstone, la cadena de ropa Benetton decide hacerse con la escudería en 1986 reclutando a Flavio Briatore, quien manejó los hilos de la escudería en sus mejores años hasta 1997.

Cuatro años más tarde, el equipo fue comprado por Renault, quien recuperó a Briatore y ya sea por casualidad o por el principio de causa y efecto, volvió a subir a la escudería a lo más alto. Como parte del final de la era de los constructores, Renault vendió el equipo en 2010 a Genii Capital, una empresa luxemburguesa que consiguió el patrocinio de Lotus Cars y tras una serie de disputas legales con Tony Fernandes, pudo nombrar su equipo como el mítico constructor liderado por Colin Chapman a pesar de que su relación con los restos de la escudería de Chapman van poco más allá de las cinco letras de su nombre.


También en los 80 nace la germen del equipo Toro Rosso, cuyas instalaciones en Faenza siguen recordando al mítico Minardi. El carisma proveniente de los escasos 31 puntos que el conjunto italiano consiguió en sus veinte años de historia no fue traspasado a Red Bull a finales de 2005 como el resto de la escudería. La marcha de Minardi coincidió en tiempo con la de Jordan. El equipo fundado por el polifacético Eddie Jordan se estrenó en Fórmula 1 en la temporada 1991 y consiguió cuatro triunfos hasta ser vendido en 2005 a Midland, que a su vez fue traspasada un año más tarde a Spyker para terminar siendo comprada por Vijay Mallya a finales de 2007. El empresario indio aportó la tranquilidad al conjunto de Silverstone y Force India resiste como uno de los pocos equipos que ha superado los 100 Grandes Premios en Fórmula 1.

El último de los equipos actuales que proviene de las cenizas de un conjunto más antiguo es Red Bull. El exitoso conjunto de Milton Keynes sigue utilizando la base en la que Jackie Stewart fundó su equipo homónimo en 1997. Dicho equipo apenas duró tres años en Fórmula 1 antes de ser comprado por Ford, pero consiguió un triunfo en 1999 gracias a Johnny Herbert. El gigante norteamericano renombró la escudería como Jaguar Racing, permaneciendo tan alejados del éxito hasta el punto de terminar vendiendo la escudería por el precio simbólico a la empresa Red Bull, cuyo éxito de marketing y resultados está fuera de toda duda.

Los inclasificables


El caso más extraño de la actual parrilla es el de Sauber. Fundada en 1993, la escudería celebra actualmente su 20ª aniversario en Fórmula 1 pero su alma fue distinta de 2006 a 2009, cuando BMWdecidió competir con su propio equipo comprando el conjunto suizo y logrando un triunfo en 2008 con Robert Kubica al volante. A finales de noviembre de 2009, la casa alemana anuncia su intención de vender la escudería a una sociedad llamada Qadbak, que demuestra ser un fraude, volviendo el equipo a manos de Peter Sauber, su fundador en los noventa.


Por último, hay que destacar los casos de Caterham y Marussia. En 2009, la FIA dio entrada al equipo 1Malaysia de Tony Fernandes que fue rebautizado como Lotus Racing en su debut para pasar a llamarse Team Lotus en 2011 tras hacerse con los derechos de la marca y el patrimonio del equipo. Sin embargo, después de una demanda por parte del fabricante Lotus Cars, Fernandes decide renombrar al equipo definitivamente como Caterham. Menos compleja aunque también interesante es la corta historia de Marussia: formada como Manor Grand Prix, la escudería compitió con el nombre de Virgin Racing al confirmarse la inversión de Richard Branson en el equipo. Dos años más tarde, en 2011, el fabricante ruso Marussia adquiría una parte de la escudería, a la que daría nombre a partir de 2012.

No hay comentarios: