Lo leeran en miles de lados. El nuevo Fernando Alonso. Asturiano, joven y ganador.. lo cierto es que cumple con las características ese niño de 19 años llamado Javier Villa. Acaba de ganar la primera carrera española en la GP2 en Magny Cours y probablemente será la primera de varias. Digo varias porque la GP2 debe ser un lugar de paso para cualquier piloto, no un lugar en el que pararse. Pero volvamos al inicio. Javi Villa no es el nuevo Fernando Alonso. Eso que lo tengan claro aficionados y sobre todo, gacetilleros de tres al cuarto que escriben en los medios generalistas españoles y que se suelen apuntar a la sombra que más cobija. En mi opinión es, y quien me conoce sabe que hace tiempo que me empeño en afirmarlo demasiadas veces, que hay mucha mejor cantera y que los Villa, Borja García, Adrian Vallés, Dani Clos o Maxi Cortes por mencionar algunos nombres tienen capacidad para subir el escalafón medio del automovilismo español, pero evidentemente un fenómeno como Fernando Alonso surge por generación espontánea y no podemos esperar que vuelva a surgir uno en años, asi que esperemos que Villa o aquel que aspire a la F1 realmente mantenga los pies en el suelo a pesar de la comparación que tendrán que soportar durante años. Y para ejemplo un botón: Nick Heidfeld, Ralf Schumacher y Adrian Sutil son tan alemanes como Michael Schumacher y no le llegan ni a la altura de los zapatos; pero simplemente por estar en F1 son uno de esos peculiares tipos que cada quince días alegran nuestras vidas arriengando la suya por el simple hecho de dejar su impronta en nuestro corazón y sólo por ello deberíamos estar encantados de poder ver como se acercan al límite e idolatrarlos por ello. ¿Quién no firmaría que Villa fuera el Heidfeld español? Pues eso.. pero para eso dejen respirar al chico.
Y perdonen que deje de lado la F1 que pasará del aburrido infierno de Nevers al cielo del espectacular Silverstone (dios salve el GP británico) esperando que Alonso haga el mismo cambio y se suba al podio en el aeródromo inglés.. pero ahora es momento para hablar de Javi Villa, pues un servidor se puede vanagloriar de haber luchado rueda a rueda con Javi en un circuito de karts. Fue hace un par de años en Asturias donde en la pista de karts en la que regenta su padre y que lleva su nombre disputamos un bonito duelo: el estaba entrenando y yo era solo una de las chicanes móviles a las que pasaba cada cinco vueltas, vuelta arriba, vuelta abajo. Yo como buen seguidor de la cantera española y de las divisiones inferiores del automovilismo por intentar cumplir aquello de que es mucho más bonito ver salir el sol que levantarse y pensar '¡vaya, que buen día!', había reconocido el caso que aquel chico que entonces corria en la F3 española en la que comenzaba a mostrar buenas cualidades pero al estar en su circuito pensé que era cualquiera con un casco igual al suyo.. pero al acabar la tanda, ví bajarse a aquel chico (hacía un rato que mi tiempo se había acabado) y supe que era él tras ver que no levantaba mucho más de metro y medio del suelo y observar que hablaba con su padre cual Michael Schumacher y Ross Brown, comprendí que se trataba de Javi. Entonces nos acercamos a charlar con el chico y la verdad es que me dio una impresión de hablar de igual a igual, que sencillamente me sentí reflejado en él. Él había cumplido mis sueños de piloto hechos realidad y ahí estabamos frente a frente (había unas cuantas personas más) hablando de las últimas carreras de la F3 española. La humildad hecha persona, junto a esa ilusión en los ojos que muestra lo que aún le queda por demostrar al mundo. Buen piloto, pero excelente tipo pensé. Desde entonces y aunque no puedo asegurarlo con rotundidad, creo que no me he perdido ninguna carrera de Javi Villa. La victoria en GP2 es la primera señal que lanza al mundo de que será grande.. pero dejenlo respirar. Si no pueden romper el diamante en lugar de pulirlo. Recuerden.. ¡Sólo tiene 19 años! Qué viejo me estoy haciendo...
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