Querido Ross, ¡déjale luchar!

Podíamos hablar de la locura de Lewis Hamilton, de la brillante actuación de Fernando Alonso, de la mala suerte de Jaime, de lo rápido que va Force India (que será menos rápido en Singapur), del fracaso de Williams (que volverá arriba en la próxima cita), del embrollo en que se ha convertido en 'Singapurgate' o incluso de Nicole (te echaremos de menos) o de lo caras que son las camisetas de Fernando, pero no.

Esto es post de demanda, una reivindicación a favor del hombre que más veces ha visto apagarse un semáforo en la Fórmula Uno, de quién ha sufrido la dictadura de Michael Schumacher hace casi una década y el 'deja vu' que nuestros amigos de las islas vendieron como la llegada del nuevo Schumi que fue el fascinante inicio de temporada de Jenson Button al volante del fenomenal Brawn GP, coche campeón de este 2009.

Rubens Barrichello ha ganado el Gran Premio de Italia. Y lo ha hecho, como nos gusta decir, 'a la contra'. Con mucha gasolina de inicio, sufriendo entre el tráfico y manteniendo un ritmo inalcanzable para sus rivales... y para, ejem, Jenson Button. Puede parecer extraño, pero ganar como si se tratara de un domingo cualquiera debe lanzar a Rubens a por el título.

Será complicado que nuestro protagonista. Para más de uno de los que veían al 'nuevo Schumi' será genial ver como el de Somerset se hace con el segundo título totalmente británico consecutivo. Un sueño cumplido, Hamilton y Button en el cielo de los campeones, ese olimpo cerrado para los que somos simplemente humanos.

Sinceramente, no tengo preferencias en esta lucha por el título, al contrario que en los últimos cuatro años, donde sólo la fortuna me falló en el dichoso 2007. Solo tengo una plegaria y no es otra que, una vez aplastada la amenaza de Red Bull, Ross Brawn consienta una lucha entre sus dos pilotos. En esa pelea a cara o cruz, mi impresión es que Rubens tendría las de ganar, ya que Jenson, como dijimos hace dos semanas, hace meses que se está viendo en ese bendito olimpo.