Rubens Barrichello ha pasado a engrosar una lista de antiguos pilotos de Williams en la están Hülkenberg, Rosberg, Nakajima, Wurz, Webber, Heidfeld, Ralf Schumacher, Montoya o Button por mentar los últimos. Todos menos el japonés, impuesto por Toyota, tenían algo para llegar al equipo. Generalmente, una notable proyección o feedback técnico.
Pero la pareja Pastor Maldonado - Bruno Senna para 2012 ha rebajado el listón hasta un nivel infame. El venezolano es un piloto rápido, inconstante y algo limitado en lo técnico pero lo suficientemente resuelto como para resistir la comparación con un piloto asentado como el mencionado Barrichello, pero alinearle junto a un imberbe de la competición en circuitos como Bruno es una temeridad.
No culpo al brasileño de nada. Es obvio que su pasión por competir en la Fórmula 1 es loable y que los patrocinadores están encantados de asociarse a un mito como la marca 'Senna', pero su primera competición en monoplazas fue en 2004. Para entonces, su nuevo compañero de equipo, dos años más joven que él, ya estaba a punto de dar el salto a las World Series tras ganar la Fórmula Renault. Ese es un lastre con el que Bruno terminará sus días.
Aunque no es necesario remontarse más que unos meses para atrás para recordar las palabras de Frank Williams en las que aseguraba que buscarían "un piloto más experimentado" para acompañar a Pastor, resulta un ejercicio interesante recordar que Williams firmó a Alex Wurz como probador en 2006 regalándole un año como titular -dejando ir a Webber- en compensación por abandonar McLaren o las incesantes quejas del equipo sobre la capacidad técnica de Nico Rosberg, alguien con inquietud por la ingeniería en sus estudios y alabado por su nuevo equipo por este aspecto.
Con un equipo técnico renovado, un nuevo motor y una notable reforma en conceptos fundamentales del monoplaza, Williams afrontará la temporada con Valtteri Bottas como único apoyo de sus dos pilotos titulares. El finlandés, como Nico Hülkenberg en su momento, vive el día a día del equipo en la fábrica para completar su formación más allá de lo puramente deportivo lo que le ayudará en su carrera que debería pasar por un asiento titular en 2013.
Estos ejemplos denotan la obsesión del equipo con la capacidad técnica de sus pilotos, de la que el equipo parece renegar con noticias como la de este martes. Con Patrick Head totalmente desligado y con Frank Williams ejerciendo un papel meramente institucional, hace tiempo que Williams perdió el 'Engineering' de su denominación con la entrada de Adam Parr en lo más alto del escalafón.
Parr, más pendiente de las acciones de bolsa del equipo que del desarrollo del coche de 2012 -de nuevo y como explicamos, una noticia importante se desvela justo después de una fuerte pérdida de valor de las acciones del equipo en Frankfurt-, tiene como máxima prioridad sanear las cuentas de la escudería obviando los resultados de un equipo que difícilmente mejorará de manera notable a corto plazo.
Siendo honestos, no hay ningún dato objetivo que permita pensar que Williams volverá a ser un equipo digno de su nombre. Rivales como Force India -mejor equipo técnico-, Caterham -mejor plan a largo plazo- e incluso Toro Rosso -presupuesto similar y apoyo institucional- tienen más razones para soñar que los ingleses, que se agarran a la llegada de los motores Renault para remontar puesto.
Ayudarán, sin duda, pero será como achicar agua con un cubo de un barco en pleno hundimiento. Aunque la banda siga tocando hasta el último momento, pintemos el casco con la decoración de sus mejores días o, incluso, le pongamos el sombrero del mejor capitán de los siete mares al chico que quiera coger los mandos del navío, el destino terminará siendo el mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario