
Con Mark Webber recuperándose del desafortunado accidente del pasado fin de semana, que al parecer no afectará tan fuertemente como se especuló al programa de desarrollo de Red Bull, el patrón de su equipo Dietrich Mateschitz ha confirmado que Toro Rosso volverá a ser propiedad 100% de la escudería de la bebida energética, tras haber comprado la participación de Gerhard Berger en el equipo de Faenza. Berger puede estar muy orgulloso... es bastante improbable que STR vuelva a alcanzar tantos logros como en este 2008. Verle en el podio como ganador en Monza, diez años más tarde, es una foto para la historia.
Un tramo más al fondo del paddock, Williams ve como la paciencia de su piloto estrella continua agotándose mientras en Grove no son capaces de remontar la notable diferencia que les separa de los punteros. Pese a lograr dos brillantes podios el año pasado, Williams no pasó del octavo puesto de constructores con un FW30 que tan solo permitió a Rosberg entrar entre los diez mejores de la calificación en contadas ocasiones.
El pujante piloto alemán, criado en las calles de Montecarlo, espera que Williams saque provecho de los grandes cambios de normativa o de lo contrario amenaza con marcharse a otro equipo que le permita luchar por cotas mayores. Nadie podrá echarle nada en cara a Nico: ha puesto todo de su parte, ha rechazado ofertas interesantes -ser el escudero de Lewis en McLaren, entre ellas- y se ha implicado hasta en los momentos más duros con un equipo que pasa por sus momentos más duros, tanto económica como deportivamente. Mucho se habla de Sebastian Vettel, Kubica y compañía... pero el rendimiento del hijo del campeón de 1982 en la legendaria escudería británica está al nivel de los mejores.