sábado, 21 de noviembre de 2009

Análisis 09: La serie media


Complicada tercera parte del Ánalisis de pilotos de la pasada temporada: la serie media. La gráfica, que deberían ampliar haciendo click en la misma, da una visión apocalíptica de la Fórmula Uno: los cuatro pilotos de BMW y Toyota, además de los anónimos Heikki Kovalainen y Kazuki Nakajima. Hablemos de decepciones...

Cuando hablamos de un piloto de un equipo que ha cerrado de un portazo su programa de Fórmula Uno y que ni siquiera ha terminado la temporada, es fácil perderse y no ser capaz de valorar la fiable labor de Timo Glock al mando del primer Toyota. Y es que, excepción hecha de los tres primeros del campeonato, Glock ha sido el único piloto que ha puntuado en todas las carreras de nuestro Piloto de Año, salvo en Spa.

Tras un más que notable cuarto puesto en Australia, el momento de la temporada para Timo Glock llegó en China, donde una elección arriesgada de neumáticos bajo la lluvia permitió a Timo poner en jaque la victoria de Jenson Button... hasta que se suspendió la carrera. Quizá sea oportunista afirmar que con tan sólo un par de vueltas más en aquella carrera, Toyota seguiría entre los participantes para 2010.

Otro que visitó el podio para Toyota fue Jarno Trulli, que continuó mostrándose como un calificador de primera, lo que le permitió subir al podio en la cita inaugural y en Bahrein, otro momento clave para el año del equipo de Colonia. En el caluroso circuito de Sakhir, Trulli encabezó junto a su compañero alemán la clasificación, pero sufrió su clásico bache en el stint central de la carrera. Final clásico de la película: tercero en meta.


Según el impacto del 'diffuser gang' se fue diluyendo, la estrella del mayor fabricante mundial de automóviles se apagaba. Tras el bochorno de Mónaco, el verano fue duro para Toyota, ya que solo lograron puntuar en Hungría, talismán para el equipo en su época en Fórmula Uno. De ahí a final de año, Glock se subió al podio en Singapur, exactamente como lo hizo Trulli en Suzuka, forjando sólidas carreras tras una calificación afortunada. El resto es historia.

Resulta frustrante mirar atrás y recordar como se le presentaban las cosas a Robert Kubica y a los chicos de BMW en el pasado mes de marzo: durante el final del campeonato, habían decidido centrarse en el F1.09, seguían al dedido su hoja de ruta y su coche era el más... en fin, horrible de los horribles coches de 2009. Veinte participaciones después, tan sólo conseguirían terminar tres veces en los puntos.

Ahora nos damos cuenta de que Australia fue un espejismo. En la presentación del año, Kubica clasificó en una notable cuarta posición y tras una carrera complicada, se encontró tercero viendo cómo los dos primeros -que después serían los dos mejores del año- se encontraban con problemas de neumáticos. "¡Menudo inicio de año subiendo a lo más alto del podio!" debió pensar Robert, así que se lanzó a por Sebastian Vettel a la primera oportunidad que tuvo. Cerrojazo y accidente. Cero puntos. Demasiado pronto como para echarse a llorar.

En la segunda carrera, Kubica recibió un flash forward de lo que le esperaba durante la temporada: su motor expiró en la primera vuelta. Muchos problemas mecánicos, un equipo sin capacidad de reacción y un coche manifiestamente lento acabaron por desesperar a Kubica, a quien una gran performance en Turquía solo le alcanzó para ser octavo. Hábil cuando surgían circunstancias adversas entre el resto de rivales, Kubica logró un cuarto puesto en Spa y subió al podio en Brasil cuando ya estaba todo el pescado vendido. Demasiado tarde como para no echarse a llorar.

Nick Heidfeld, por su parte, ha sufrido una temporada en paralelo a la de su compañero. Segundo en el diluvio de Sepang tras una conservadora elección de neumáticos que le iba a hacer perder posiciones si hubiera continuado la carrera, Heidfeld no volvería a subir al podio en toda la temporada. Su siguiente clasificación entre los diez primeros llegó en Spa pasados cinco meses del bochorno malayo. Quinto en Bélgica y en Abu Dhabi, el alemán terminó el año con 19 puntos por delante de Kubica. Buena cantidad visto el rendimiento del F1.09, pero... ¿suficiente para seguir en parrilla?

El año de Heikki Kovalainen está claramente fragmentado en dos partes, muy ligadas al rendimiento del MP4/24, que también marcó las opciones de su compañero de equipo Lewis Hamilton. Aunque, para hacer honor a la verdad, cuando Lewis luchaba por la victoria, Heikki lo hacía por obtener puntos y cuando el inglés luchaba por puntuar, Kovalainen lo hacía por terminar... tanto es así que el finlandés solo terminó tres de las ocho primeras carreras, dos de ellas doblado y eso sí, con un sensacional quinto puesto obtenido bajo el diluvio chino.

Su esfuerzo en la segunda mitad del campeonato ha sido digno de elogio: Heikki puntuó de forma consecutiva en seis carreras, logrando un fajo de 18 puntos en apenas tres meses, lo que facilitó la consecución del tercer puesto del equipo McLaren en la clasificación de constructores. Tan anónimo dentro como fuera de la pista, a pesar de alguna salida de tono reciente, no sorprende que el número dos de McLaren esté compuesto y sin novia para la próxima temporada.


Clasificando tan sólo cinco veces entre los diez primeros en la parrilla con un coche bastante más arreglado que el de su año de debut, la segunda temporada de Kazuki Nakajima ha sido una enorme decepción. Con el casillero de puntos a cero y con Toyota fuera de la Fórmula Uno, el 'experimento Nakajima' ha terminado para el equipo Williams, al igual que su época en el Gran Circo. Toyota ya busca un sitio en una categoría de promoción para el intrépido hijo de Satoru.

3 comentarios:

fitti4652 dijo...

Gran análisis como siempre. Para mi Kubica es uno de los mejores pilotos, pero que no ha podido explotar con todo lo que tiene. Me temo que en 2010 será más de lo mismo.
Un saludo.

Dani dijo...

Pásate por mi blog. Tienes un premio

Zeru dijo...

Creo que Kubica ha pagado el precio de que BMW decidiera retirarse de la F1. En 2008 decidieron congelar la evolución del coche cuando podía luchar por algo importante y este año ya se sabría desde hace algún tiempo que abandonarían la F1 así que tampoco gastarían muchos recursos en mejorar.

Y no, no es descabellado afirmar que con un victoria o mejores resultados los directivos de Toyota seguirían manteniendo el presupuesto en F1.