En una época en la que los entrenamientos privados están limitados y el tiempo en pista es un lujo que sólo algunos equipos pueden dar a sus pilotos, ¿para qué es importante el rol de tercer piloto en una escudería?
En los equipos grandes, la labor del probador se resume a trabajo de simulación sin opción de subir al coche en pista. Así sucede con Red Bull (Buemi), Ferrari (Fisichella, Gené, Rigón) y Mercedes (Bird). El tiempo en pista es demasiado importante cuando luchas por estar en lo más alto como para afectar al desarrollo de tus pilotos titulares.
La excepción en este aspecto es McLaren que, aunque no da un rol importante durante el año a sus probadores, si cuenta con Gary Paffett para el desarrollo del monoplaza en pretemporada y en los tests de jóvenes pilotos. La experiencia de Paffett durante años en McLaren, como sucedía con Pedro de la Rosa, supone un buen contrapunto a Button y Hamilton.
En los equipos de mitad de parrilla, con mayor capacidad para modificar su alineación de pilotos, los terceros en discordia suponen amenaza y motivación para los titulares, especialmente si se les permite rodar en los entrenamientos libres: así han saltado al asiento titular pilotos como Di Resta, Hülkenberg o Ricciardo.
Este año se podría clasificar entre estos pilotos a D'Ambrosio en Lotus, Esteban Gutiérrez en Sauber, Bianchi en Force India, Bottas en Williams y Giedo van der Garde en Caterham. Estos tres últimos rodarán en las sesiones libres, aunque parece que Van der Garde es el único que podría asaltar un asiento titular durante el año dada la situación de Jarno Trulli en Caterham.
Con Toro Rosso nombrando también a Buemi como su tercer piloto más por tener un reserva en forma ante la posibilidad de una baja repentina que por verlo como un aspirante a titular, está por ver quién serán los pilotos reserva de HRT y Marussia. Como en el rol de segundo piloto, los criterios económicos volverán a decidir en la parte trasera de la parrilla.
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