Circuito de Cataluña. Fabrizio Maganzi es la tercera arista del triángulo de Pastor Maldonado junto a Xevi Pujolar, su ingeniero de pista y el propio piloto. El italiano hizo un aparte con BoxGP para explicarnos cómo es la vida de un fisioterapeuta en la Fórmula 1.
Discípulo de Ricardo Cicarelli, fundador de Formula Medicine, el mejor centro de preparación de pilotos del mundo, Maganzi lleva más de diez años trabajando en circuitos: primero con Ryan Briscoe en la F-Renault Italia y después en el Gran Circo, con Toyota y Renault, en la época en la que la escudería gala con Fernando Alonso consiguió ganar cuatro títulos mundiales en dos años.
Después se unió a Pastor Maldonado, con quien forjó una relación "como de hermanos" desde el segundo año del venezolano en GP2. "Conocí a Pastor en 2001 cuando llegó a Italia con Tony Kart y ya trabajamos en la Formula Medicine," recuerda Fabrizio, que se siente afortunado por haber encontrado un hueco en Williams.
"El año pasado Williams quería poner un fisio inglés. Pastor fue al equipo y les dijo 'yo quiero tener el mío porque llevamos tres años trabajando juntos, ganamos GP2 juntos y quiero trabajar con él'," explica el italiano, que no oculta la sonrisa al afirmar que "estamos más juntos que con nuestras respectivas familias".
Por eso, además de tener conocimientos como preparador, masajista y dietista hay que tener dotes de psicólogo y versatilidad para ser un buen fisio. "Se necesita una adaptación a cada piloto porque cada uno es diferente," reconoce Fabrizio, encantado de la fortaleza mental de su pupilo.
"Pastor es un talento," asegura sin titubear. "Tiene características de campeón que en la Fórmula 1 tienen pocos pilotos como Alonso, Vettel, Schumacher… creo que Pastor puede ganar el campeonato con un coche que se lo permita".
"Si miras, hay pocos pilotos que ganaron campeonatos: Pastor ganó la F-Renault, la GP2 y el World Series, que se lo quitaron en la última carrera. Hay muchos pilotos aquí que no han ganado nada. Estoy convencido de que si Pastor hubiera estado el año pasado en Red Bull no hubiera sido tan fácil para Vettel ganar como ha ganado con Webber," apuesta.
"En Fórmula 1, se depende de lo mental más de un 50% y según el equipo, hasta un 80%," explica. "Con Fernando se ve que aunque él no hable, el equipo está orientado hacia él. Cuando estaba con Trulli lo mató, con Fisichella igual, aunque un poco menos. Lo mismo el año pasado Pastor con Rubens. Después de los tests estaba ya cerca y en la segunda carrera, ya Rubens no estaba tan feliz".
Sin embargo y a pesar de todo, los malos momentos llegan y a la mente llega el accidente sufrido con Lewis Hamilton en Mónaco. "Pensé que estaría muy enfadado pero no estaba así. En el pasado hubiera ido directo al motorhome de Lewis pero ahora es diferente," asegura Fabrizio.
"Cambió mucho de mentalidad cuando pasó de ART a Rappax porque antes si tenía alguien delante de él y era más rápido, perdía la cabeza," reconoce. "Por eso, todos tienen la mentalidad de que Pastor es rápido pero no tiene cabeza. En el pasado era así: era rapidísimo pero algunas veces… ahora ha ganado en frialdad".
Para 2012, este nuevo Pastor Maldonado no contará con Rubens Barrichello al lado, su compañero en el año de debut aunque el venezolano ya ha manifestado que le hubiera gustar que Rubens siguiera. "Fue un año muy importante para Pastor al trabajar con Rubens. Bruno es un buen tío pero como piloto no tiene el aporte que tiene Rubens o Schumacher. Él, cuando hablamos en diciembre, esperaba que Ráikkönen llegara a Williams porque es un piloto importante y si lo hubiera vencido, la gente pensaría 'es un gran campeón'".
Y es que, en Fórmula 1, tener un compañero de equipo a tu altura es una gran motivación si tu coche no está para conseguir grandes resultados. "Si tienes un coche con el que puedes ganar, esa es la motivación, pero si compites por P9 o P10, tienes que pelear con tu compañero y si no está a tu nivel, pierdes esa motivación. En eso no se puede trabajar y se consigue con talento: el que tienen pilotos como Alonso, Vettel, Schumacher o Hamilton".
La exigencia física es evidente: dos horas de entrenamiento diario, que suben a cuatro en pretemporada para readaptar el cuerpo al entrenamiento tras dos semanas de libertad. Este plan, al que se suman pruebas para mejorar reflejos tanto en ordenador como mezcladas con el entrenamiento físico, se sigue incluso los fines de semanas de Gran Premio hasta la jornada del jueves.
A pesar de todo, para Maganzi, la Fórmula 1 no es tan dura como era hace años en lo físico. "Ahora en la Fórmula 1, si estás en Malasia, Singapur, Baréin, Abu Dabi… estás cansado pero en lo físico no es tan difícil manejar un Fórmula 1 pero el cuello es lo único exigente".
Como no podía ser de otra forma también la alimentación tiene que ser totalmente controlada. "Pastor tiene suerte porque como todo lo que quiere y no gana peso. Sigue la dieta de la zona (40% hidratos de carbono, 30% de proteínas y 30% de grasas) pero lo más importante es que le gusta entrenarse," explica Fabrizio, que recuerda anécdotas sobre piques sanos entre ambos jugando a cualquier tipo de deporte.
Hablando sobre Robert Kubica, el italiano reconoce que "es difícil cuando sucede algo así". No puedo decir si puede volver a la Fórmula 1. Yo lo vi el año pasado y es complicado. Tiene que esperar. El problema es la mano, si no hubiera tenido problemas ahí en cuatro meses hubiera estado de vuelta," razona.
Otro de los temas del invierno ha sido el cambio de fisio de Sebastian Vettel, al que Fabrizio quita hierro. "Si el coche está como siempre, no tendrá problemas," sonríe el italiano, que se asoma por la ventana del motorhome y comprueba cómo la prensa ha terminado de hablar con Pastor. Hora de terminar la entrevista, su momento ha llegado.
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