Quizá no sea el mejor momento para hacer público mi rechazo a que el Gran Premio de Europa se dispute en el Valencia Street Circuit con los coches a unas horas de salir a la pista, pero difícilmente se puede mirar a otro lado teniendo en cuenta la pésima situación de la carrera de la ciudad del Turia a pesar de que ciertos estómagos agradecidos sigan diciendo que el evento es divertido y bueno para la Comunitat.
El montaje del circuito urbano, que en su primera edición se llevó prácticamente 60 millones de euros del tirón, es un pozo de dinero perdido para las maltrechas arcas de los contribuyentes valencianos que, pese a las palabras de sus corruptos dirigentes, ya han comenzado a ver cómo la carrera, que iba a ser sufragada enteramente por empresas privadas, terminaba siendo pagada por sus propios bolsillos. Sin ir más lejos y según fuentes oficiales, la inversión pública ascendió a 90 millones en la temporada 2010.
A pesar de que la carrera no es rentable, los rumores aseguran que el contrato que liga a Valencia con la Fórmula 1 está a punto de ser ampliado hasta 2020, a razón de una cantidad que ronda entre los 18 y 27 millones anuales, que parecen difícilmente compensables teniendo en cuenta que buena parte de las entradas, de cuyas cifras de ventas presumen Jorge Martínez Aspar y compañía, se están regalando a los aficionados mediante diversas empresas para tapar los huecos que, cada año, aparecen en las gradas del 'Mónaco español'.
Entiendo que Valencia quiera la Fórmula 1, pero... ¿se imaginan todo ese dinero invertido en una remodelación de Cheste? No hace falta recordar el ambiente festivo con las gradas llenas que se ve en cada cita en el coqueto pero agradecido circuito Ricardo Tormo, donde los aficionados, que pueden disfrutar de una visión privilegiada desde cualquier grada del trazado, abrazan la Fórmula 1 cada invierno como no lo harán nunca en el Street Circuit. Y es que, los que acuden al Gran Premio, que apenas pueden ver unos metros de pista desde su asiento y ni tan siquiera pueden soñar con contemplar un adelantamiento, demasiado mérito tienen con conseguir mantenerse despiertos.
Los Chibis (403): Brillante
Hace 2 días
1 comentario:
Por no mencionar que es uno de los peores circuitos del campeonato. Su única virtud es que hace que Montmeló no parezca tan malo.
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