Ese ha sido el primer paso de la mal llamada españolización de Hispania Racing que pronto contará con nombres propios del automovilismo patrio -y de la historia del equipo Minardi para ser concretos- en sus puestos más relevantes: desde la dirección del equipo a la representación institucional pasando por los pilotos: ya es público que Javi Villa tiene muchas opciones de subirse al monoplaza en las sesiones libres en breve. En definitiva, todo un lavado de cara para ese público no especializado y mediatizado por los comentarios interesados de ciertos medios de comunicación sobre la etapa de Carabante con un único objetivo: vender la escudería por un precio de unos 30 millones de euros, lo que significaría ganar un 25% de lo invertido lo antes posible.
Hay que recordar que todos estos movimientos se están produciendo a mitad de temporada y a tan sólo unos días de un Gran Premio demostrando que lo deportivo no es más que una excusa para recuperar el dinero invertido. Visto lo visto, no sería de extrañar que el próximo damnificado de esta limpieza generalizada sea Toni Cuquerella, brillante ingeniero jefe de la escudería en estos dos años de andadura. Él también debe ser signo del 'antiguo régimen' para los nuevos dueños y por su parte, no debe ser muy motivador (que no motivante) continuar en un equipo que se ha convertido en un caso más de la burbuja que ha llevado a este país a donde está.
2 comentarios:
:( Alba, te echaremos de menos.
Vaya puta vergüenza. Siempre lo mismo. Con Carabanta y con estos.
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