Unos tests inoportunos

Siempre pensé que el uno de los méritos de los grandes pilotos era su capacidad de conseguir un reglaje perfecto para la carrera durante el trascurso de los entrenamientos previos a la misma. En esta F1 en la que los simuladores de los equipos permiten a los pilotos ahorrarse muchas vueltas en los entrenamientos libres del viernes para buscar el reglaje correcto, dicha cualidad parece tener cada vez menos importancia.

Por ello, parece poco coherente que los equipos estén tres días haciendo tests en el circuito en el que se disputará el GP la semana siguiente. Esta es una vieja costumbre en Monza y quizá sea la razón de que en el templo italiano no recordemos demasiadas sorpresas en los últimos años y en ello tiene mucho que ver que gracias a los tests, los equipos tienen casi decidida la configuración definitiva para la carrera incluso antes de llagar al circuito. Teniendo en cuenta la importancia de la electrónica actual cohibiendo la acción del piloto, no sería nada bueno que los reglajes también se convirtieran en un elemento prefabricado elemento de fábrica, dejando de ser mérito del piloto.