viernes, 22 de agosto de 2008

Las lágrimas de David


A buen seguro será una de las imágenes del año. En el 2000, David Coulthard salió milagrosamente ileso de un accidente de aviación en el que fallecieron el piloto y el copiloto del Learjet privado en el que el escocés viajaba a Niza. Junto a su novia y su preparador físico a través de una ventanilla trasera, por su propio pie, antes de que el aparato empezara a arder.

Las lágrimas de Coulthard reflejan que la F1 no es un mundo de cristal ajeno a la realidad y que los pilotos son seres humanos, tal y como nosotros, que sienten y paceden. Las lágrimas de este auténtico caballero escocés son lo menos de plástico que veremos este fin de semana en Valencia.

2 comentarios:

enelclub dijo...

El ultimo Gentleman Driver

Hiarbas dijo...

David, ahora sin presion, nos muestra tal y como es, un gentleman, sin duda.