martes, 21 de junio de 2011

Un dominio demasiado incómodo

"Sólo es una marca de bebidas". Con esas palabras definió Lewis Hamilton hace sólo unas semanas la visión generalizada que muchos estamentos de la Fórmula 1 tienen de Red Bull, equipo que desde hace casi dos temporadas campa a sus anchas por un olimpo hasta ahora inaccesible para aquellos equipos que no fueran Ferrari, McLaren o Williams, que hasta 2009 se habían repartido 27 de los últimos 30 campeonatos del mundo de constructores. El dominio de los austriacos, con una actitud abierta que molesta en el resto del paddock, no estaba en la agenda de los equipos acostumbrados a dominar el campeonato.

El ataque frontal de la FIA contra sus agresivos mapas de motor no es más que una piedra en el camino de Red Bull para animar el mundial. La supremacía del RB7 no se basa solamente en un factor y aunque su rendimiento sufra con la nueva normativa, Vettel seguirá ganando carreras y es más que probable que se haga con el campeonato con relativa facilidad. Sin embargo, la Federación ya ha colocado una sombra de sospecha sobre el monoplaza de Milton Keynes y la palabra 'ilegal' volverá a estar en la boca de gacetilleros que hace tiempo que deberían ser conscientes de dicha palabra apenas se ajusta a cómo funciona la actual Fórmula 1 en la que la reducción de costes cada vez deja menos margen para marcar diferencias con conceptos clásicos.

Volviendo a lo comentado anteriormente, la única fábrica que en estas tres últimas décadas fue capaz de desafiar a la santísima trinidad de la competición fue la de Enstone. Renault, heredera del proyecto de Benetton -demonizado en estos días en los cines del mundo por el documental 'Senna'- también tuvo que sobreponerse a los intereses de la FIA con la sorprendente prohibición del Mass Dumper en la fase final del campeonato 2006. Dicho elemento, a día de hoy, sigue sirviendo de excusa para muchos que no quieren aceptar la realidad: que los ingenieros punteros vayan por delante de los legisladores es lo usual. Y, desgraciadamente para los intereses de los hombres de Maranello, ninguno de ellos lleva un uniforme rojo.

1 comentario:

Gina dijo...

Sólo espero que no se cargen el campeonato, este año está siendo increíble, divertidísimo, y cada carrera mejor que la anterior