Les confesaré algo. Tenía mis dudas de que Robert Kubica fuera capaz de asentarse entre los pilotos punteros de F1. A pesar de su brillante debut en 2006, a un servidor que ese mismo año había aplaudido en persona a Kubica en las World Series le parecía que el salto podía ser demasiado grande en poco tiempo. Unido esto a la corriente generalizada de que Robert lo pasaría mal con la adaptación a neumáticos Bridgestone en 2007, muy duro lo tendría el afable polaco para mantener el tipo con un Nick Heidfeld resurgido de sus cenizas, aunque la incógnita de si podría pasar al siguiente nivel aun no se resolvería, pues ambos fueron realmente parejos durante 2007.
Este año se han resuelto las dudas. Su comparación con Heidfeld resulta más que ofensiva para el alemán, que se está viendo humillado por un tipo discreto y dedicado como el que más a la Formula 1. Ahora podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el pasado año no fue un camino de rosas para Kubica. Seguramente sufrió como el que más adaptandose a los primeros neumáticos Bridgestone de su carrera, pero nadie se enteró e incluso, me atrevería a decir que nadie siquiera se preocupó más que de cuantas 'G' sufrió en su accidente en Montreal. Lejos del ruidoso bullicio del paddock, Robert se limitó a trabajar más, siguiendo el ejemplo de Jim Clark: "si quiero ir más rápido, me concentro más". Mejoró en la sombra, sometiendose a lo que hiciera falta, dejando de lado todo por la F1, con el objetivo de mostrar su verdadero nivel en 2008.
Seis carreras más tarde, gracias a la mejoría de BMW, la perdida de fuerza de McLaren sin Alonso, los errores de los pilotos de Ferrari y una dieta milagrosa (pongan ustedes los porcentajes como consideren oportuno), el caso es que Robert Kubica está a seis insignificantes puntos del liderato del mundial de pilotos, con un F1.08 que está tan lejos del nivel de Ferrari y McLaren como el año pasado. Quizá estábamos preocupandonos de otras cosas y no vimos progresar a Kubica, pero BMW ya tiene su futuro campeón del mundo.
Este año se han resuelto las dudas. Su comparación con Heidfeld resulta más que ofensiva para el alemán, que se está viendo humillado por un tipo discreto y dedicado como el que más a la Formula 1. Ahora podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el pasado año no fue un camino de rosas para Kubica. Seguramente sufrió como el que más adaptandose a los primeros neumáticos Bridgestone de su carrera, pero nadie se enteró e incluso, me atrevería a decir que nadie siquiera se preocupó más que de cuantas 'G' sufrió en su accidente en Montreal. Lejos del ruidoso bullicio del paddock, Robert se limitó a trabajar más, siguiendo el ejemplo de Jim Clark: "si quiero ir más rápido, me concentro más". Mejoró en la sombra, sometiendose a lo que hiciera falta, dejando de lado todo por la F1, con el objetivo de mostrar su verdadero nivel en 2008.
Seis carreras más tarde, gracias a la mejoría de BMW, la perdida de fuerza de McLaren sin Alonso, los errores de los pilotos de Ferrari y una dieta milagrosa (pongan ustedes los porcentajes como consideren oportuno), el caso es que Robert Kubica está a seis insignificantes puntos del liderato del mundial de pilotos, con un F1.08 que está tan lejos del nivel de Ferrari y McLaren como el año pasado. Quizá estábamos preocupandonos de otras cosas y no vimos progresar a Kubica, pero BMW ya tiene su futuro campeón del mundo.
5 comentarios:
En mi opinión, Robert Kubica posee una cualidad como piloto que muy pocos elegidos tienen y que me parece vital para ser campeón del mundo: regularidad. Esa regularidad que te permite tener consistencia en carrera. Rebajar los cronos vuelta tras vuelta sistemáticamente.
Ya lo dije en mi previo de temporada. Es un futuro campeón del mundo. Y además, me encantaría que así fuera.
Saludos.
Semi.
Hola Mc.
Encantado de saber de ti. Muy bueno tu blog, de verdad. Muy completo. Ojalá tuviera tanto tiempo para hablar durante todo el finde. Pero Grand Prix manda obviamente.
Con tu permiso te voy a añadir en los blogs importantes del mío.
saludos y a seguir adelante.
Me reafirmo en la definición de tu excelente entrada.
Cierto es que normalmente los teóricos segundos pilotos dejan sobrellevar la carga/presión de los resultados a los nº1, pero como bien dices, Robert ha sabido vencer las dificultades y aprender.
Si ha eso le sumas la asombrosa progresión de BMW (en menos de 3 años en F1 están luchando con los mejores) pues se ha juntado el pan con las ganas de comer.
Saludos a todos.
Estoy completamente de acuerdo con lo que comentas, yo también he tenido dudas sobre Robert hasta hace muy poco. Pero ahora que tiene un monoplaza más adaptado a su estilo hay que valorar más lo del año pasado. Tuvo muchos problemas con los neumáticos y le costó bastante sacarles velocidad y consistencia. A pesar de ello aguantó la comparación con un gran piloto como Heidfeld. Ahora es Nick quien no puede aguantarla.
Por cierto, me ha encantado el blog, tiene ideas muy interesantes y está muy trabajado. ¡Enhorabuena!
Cierto, Mck. BMW ya tiene su piloto. El triunfo caerá com fruta madura, quizas en Valencia...
Y por cierto, uno que le pondrá las cosas dificiles sera Vettel. Quién sabe, si a Heldfeld las cosas no le van bien....
Saludos.
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